Feliz año del mono

En la década de 1970, mucho antes de que existiera el concepto low cost, se popularizaron en España los restaurantes chinos. Aquellos menús de recetas desconocidas, tirados de precio, que además entregaban a domicilio y estaban pensados para ser compartidos, se convirtieron en un socorrido apaño. Por todo eso se les perdonaba que la calidad fuera ínfima y que los sabores exóticos que prometían no lo fueran tanto. Pero hoy la competencia es muchísima y la mayoría se han convertido en el último recurso frente a una oferta de gastronomías orientales, de Vietnam a Líbano, infinitamente más atractiva. Consciente de ello, la embajada de la República Popular ha decidido aprovechar las fiestas de entrada en el año nuevo chino, para romper con ese famoso cliché que dice que “todos los restaurantes chinos son iguales”.

A partir de hoy estamos en el año del mono –feliz 4714, por cierto- y la iniciativa china taste, selecciona 12 restaurantes chinos en toda la ciudad, que hasta el 6 de marzo ofrecerán menús de fiesta con precios que van desde los 20 hasta los 68 euros, aunque la mayoría de ellos no pasan de 35. La intención es que la oferta sea variada y va del tradicional cantonés del Royal Mandarin (Paseo de recoletos, 37) o el Royal Cantones (Olvido, 92) a la cocina de vanguardia del Tse Yang, en el Hotel Villamagna (Castellana, 22). Baiwei (Almirante Francisco Moreno, 5), ofrece recetas de autor con base en la región de Sichuan –setas rellenas crujientes con salsa de abulón o tiras de pollo al vapor con salsa picante xiang la- y al mando está el chef Qiang shi. La propuesta de El Bund, (Arturo Baldasano, 22) incluye cerdo a la pekinesa, shaomai de ternera o jiazoi de cordero. Pero la estrella de estas jornadas es el restaurante la Rotonda del hotel Wrestin Palace que trae al chef Da Dong, el más conocido de China. Con cinco gigantescos restaurantes en Pekín y uno en Shanghái, Da Dong se ha erigido en un referente de la gastronomía china desde que en 1985 abrió su primer local cerca del barrio de las embajadas. Su pato laqueado es mítico.