Areso confiesa su escepticismo sobre la llegada del TAV a Bilbao en 2019

El alcalde de Bilbao, Ibon Areso, ha confesado su "escepticismo" ante el anuncio de que el tren de alta velocidad (TAV) llegará a la capital vizcaína en 2019 y ha afirmado que se "conformaría" con que este hecho tuviera lugar en 2020. Según ha explicado en una entrevista en Radio Euskadi, la importancia de que Bilbao cuente con el TAV radica en que otras ciudades disponen de este medio de transporte, con lo que en relación con dichas urbes, hace que se pierda competitividad.

"Es lo mismo que ocurre con abrir los comercios en festivos, quizás no sea muy rentable, pero si abren las ciudades de alrededor como San Sebastián y Santander y Bilbao no, se pierde competitividad y se evita que la economía gire", ha razonado.

Sobre el cuestionamiento de la rentabilidad del tren en alta velocidad, Areso ha mantenido que es algo que ocurre con todas las infraestructuras modernas y que quizás al principio sea así, pero ha recalcado que "la mirada debe ser con una perspectiva más amplia".

En el caso de Bilbao, si además de llegar el TAV se consigue que la estación sea subterránea, "quedaría vacío un gran espacio de oportunidad en superficie en el centro de la ciudad".

Se ha referido también al escaso funcionamiento de los locales de ocio nocturno y ha asegurado que su problema no es de licencias, ni de horarios -competencia que corresponde al Gobierno vasco, según ha precisado- sino que los bilbaínos no salen por la noche los días laborables, bien por la crisis económica, bien por un cambio de mentalidad social.