UCAM Murcia gana en San Sebastián y no se apea del sueño de la Copa

El UCAM Murcia, liderado por Carlos Cabezas y Raúl Neto, ha logrado una importante y sufrida victoria en casa del Gipuzkoa Basket que le permite seguir soñando con clasificarse para la Copa del Rey. Empezó como un cohete el equipo local, a tope de moral por la confianza que le conferían sus últimos buenos resultados y, de la mano de Doblas y Díez, dominó a placer a un desconocido UCAM que se quedó en sólo once puntos al final el primer cuarto.

Le devolvió el favor el GBC a su rival en el inicio del segundo con un apagón notable en su anotación, lo que le llevó a estar más de cuatro minutos sin encestar y permitir al conjunto de Diego Ocampo meterse de nuevo en el encuentro, con un parcial de 8-1 que le dejaba a sólo tres puntos a cinco minutos del descanso.

Murcia además multiplicaba sus recursos y los puntos se repartieron entre siete de sus jugadores, con especial protagonismo primero para sus pivots Antelo y Augusto Lima que sujetaron a su equipo hasta el minuto 17, momento en el que entró en juego Carlos Cabezas.

El base andaluz, con una exhibición de técnica individual y doce puntos prácticamente seguidos en este cuarto, abortó el segundo intento de fugarse en el marcador de los vascos (27-27) para reducir luego las diferencias a su mínimo reflejo.

Leyó la cartilla Jaume Ponsarnau a sus hombres en el descanso porque veía que la victoria se podía escapar si no ataban bien a Cabezas y frenaban su conexión con el juego interior murciano, sobre todo con Lima. Respondieron los jugadores donostiarrras que, en un abrir y cerrar de ojos, volvieron a coger una renta superior a diez puntos con Dean, Díez e Iarochevitch desatados en ataque, pero la reacción final de UCAM, con la entrada del exGBC Raúl Neto, dejó el encuentro abierto para el último cuarto.

Igualado transcurrió el tramo decisivo de un choque que registraba un 60-59 a tres minutos para el final y, con dos triples consecutivos de Antelo y Kelati, UCAM pasó a liderar el luminoso (60-65) y gestionó perfectamente ese tesoro conseguido hasta el pitido final.