Garitano negociará el presupuesto de 2015 sin un interlocutor preferente

El Gobierno foral de Bildu en Gipuzkoa afrontará la negociación de las cuentas de 2015 sin mostrar ninguna preferencia por lograr pactarlos con alguno de los partidos de la oposición. El diputado general Martin Garitano ha señalado este viernes que no tiene "una prelación" para conseguir apoyos a los presupuestos forales, sino que está "abierto" a acordarlos con "cualquiera" de los grupos que "los asuma como propios o aporte en orden a modificarlos, en la medida en que una negociación lo permita".

Garitano ha comparecido ante los medios junto con la diputada de Hacienda, Helena Franco, tras entregar en las Juntas Generales el proyecto económico para 2015, que asciende a 779,8 millones de euros, un 2,79% más que en el actual ejercicio.

Bildu ha conseguido renovar las cuentas de los tres ejercicios desde que asumió el poder en Gipuzkoa. El PNV le apoyó para sacar adelante los presupuestos de 2012; un año después se abstuvieron los nacionalistas y el PSE, y el de 2014 se aprobó con la abstención del PNV. Garitano ha vuelto a apelar "a la responsabilidad de los partidos de la oposición" para cerrar el círculo y culminar su mandato con todas las cuentas renovadas.

El proyecto elaborado para 2015, año electoral, vuelven a reforzar las partidas destinadas al gasto social, que consumirán 337,5 millones (un 3,1%), lo que representa casi la mitad del presupuesto propio de gestión de la Diputación, que se eleva a 705,3 millones. Los 74,5 millones restantes, hasta completar el presupuesto de 779,8 millones, corresponden a la carga financiera.

El presupuesto foral que ha confeccionado Bildu no recoge las exigencias económicas que se derivan de las dos normas forales aprobadas este mismo mes por impulso de los partidos de la oposición para la promoción económica y el empleo en el territorio, con una repercusión económica que ronda los 50 millones anuales. Esta cuestión podría entorpecer las negociaciones del Gobierno foral con el PNV, el PSE y el PP. Franco aseguró que muchas de las líneas de actuación que establecen las citadas normas forales ya estaban recogidas en el presupuesto de este año y en el proyecto del que viene.

Las previsiones presupuestarias contemplan unos ingresos totales de 4.373,9 millones, de los que 2.897,8 millones se aportarán al Gobierno vasco, otros 266,7 al Cupo y 429,5 millones a los ayuntamientos.