Juzgado un ‘mosso’ que apuñaló 13 veces a un taxista

Un agente de los Mossos d’Esquadra acusado de apuñalar 13 veces a un taxista alegó este miércoles, durante el primer día de juicio, que actuó en legítima defensa tras ver que este sacaba una navaja durante una discusión por el precio de la carrera.

La fiscalía acusa a Marc B., suspendido de empleo y sueldo desde septiembre de 2011, de un delito de asesinato en grado de tentativa y pide que se le condene a más de 14 años de cárcel y de inhabilitación absoluta, al considerar probado que asestó 13 cuchilladas y que le disparó en dos ocasiones con su arma reglamentaria, sin que la pistola llegara a funcionar.

Como consecuencia, el taxista tuvo que ser intervenido, permaneció más un año de baja y acabó tramitando la invalidez permanente. En su declaración, el agente, que llevaba cuatro años como mosso, explicó que se subió al taxi en el paseo de Sant Joan de Barcelona, y pidió al conductor que le llevara a su casa de Montgat. Pero al percatarse de que no tenía suficiente dinero, le indicó que se desviara a Sant Fost de Campsentelles a casa de unos parientes.

Según el policía, al llegar al lugar indicado, el taxista le pidió una suma mayor de la que marcaba el taxímetro, por lo que ambos comenzaron una discusión en el vehículo. En su declaración, el acusado dijo que vio cómo el conductor llevaba en la mano “una navaja o algo brillante”, por lo que empezaron a forcejear hasta que le arrebató el arma.

Pistola en la cabeza

El policía reconoció que “estaba totalmente desorientado por la pelea” y que, una vez fuera del vehículo, disparó con su arma a los pies del taxista “como enseñan en la escuela”, aunque aseguró que no tenía balas en la recámara.

El taxista, en cambio, evocó el apuñalamiento y explicó que, además de las secuelas físicas, arrastra una grave depresión por el terror sufrido, especialmente cuando el agente le colocó la pistola en la cabeza y apretó el gatillo: “Fue el momento peor”, dijo.

Según su relato, el acusado se subió en su taxi y ambos conversaron tranquilamente hasta el destino, donde el mosso empezó a golpear a la víctima y le atacó con el cuchillo repetidamente mientras él gritaba. El taxista ha asegurado que, tras salir del coche para pedir ayuda, logró hacerse con una barra de hierro que le tiró un vecino y golpeó al agente mientras este se le acercaba con la pistola, hasta que el mosso subió al taxi y huyó.