Hallados nueve inmigrantes en un contenedor en el puerto

A las ocho de la mañana de ayer, los golpes en las paredes metálicas de uno de los centenares de contenedores apilados en el Puerto de Barcelona alertaron a diversos trabajadores. Cuando se acercaron al recipiente, pudieron oír claramente voces pidiendo ayuda. Dentro viajaban nueve hombres, que habían conseguido hacer un agujero en el contenedor para entrar, pero por el que eran incapaces de salir. Los servicios de emergencias, de la policía y de la Guardia Civil acudieron en su rescate.

Los nueve hombres, de entre 19 y 48 años, son de origen marroquí. Llegaron al puerto de Barcelona a las 11 de la noche del viernes, según fuentes policiales. A esa hora fue cuando el barco con bandera holandesa dejó el contenedor en el puerto. Los nueve hombres pasaron toda la noche en su interior. En su declaración a la policía, aseguraron que llevaban nueve días en el contenedor, que es lo que dura el trayecto desde Casablanca, donde supuestamente se subieron al barco. El mercante siguió el mismo viernes su rumbo hacia Lisboa y, a última hora de ayer, la policía no había podido contactar con sus responsables para obtener más información.

Todo hace sospechar a los agentes que las nueve personas habían pagado a alguien del naviero para hacer el trayecto. Pero ellos lo negaron y mantuvieron que habían logrado colarse por sus propios medios en el contenedor y que son amigos entre ellos, según fuentes policiales. La policía sospecha además que los hombres no viajaron los nueve días en el contenedor, porque dentro de él no encontraron restos de heces ni la suciedad previsible tras tantos días encerrados.

Con billete de regreso

Todos los hombres se encontraban ayer bien de salud, después de haber sido atendidos por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Los polizones iban indocumentados y solo uno de ellos había entrado con anterioridad en España. Ese ciudadano es el único de los nueve que hablaba español y contaba con un expediente anterior de expulsión del país. Puesto que ninguno de ellos tiene un domicilio al que acudir o cualquier contacto conocido en España, la policía estaba pendiente ayer de solicitar su internamiento en el CIE, desde donde serán expulsados.