Albisu supera el bombardeo

Jon Ander Albisu era el objetivo a batir en el partido del campeonato de mano parejas del día de Reyes, en Eibar. Ezkurdia y Zabaleta buscaban, con la misma necesidad de sus rivales, el primer punto del torneo. Para conseguirlo, se habían refugiado en la táctica del bombardeo a la zaga contraria para evitar así el remate siempre incisivo de Pablo Berasaluze. Bien que lo han intentado durante incontables pelotazos, pero no han podido. Al final, han caído 22-16.

Un partido entre dos parejas que no conocen la victoria parece encaminado a propiciar errores por aquello de la ansiedad. No ha sido el caso en el Astelena. La pelea se ha reducido a una lucha por abatir al contrario a base de un duelo sin tregua. Ezkurdia y Zabaleta así han entendido el animado encuentro que ha tenido mucho más garrote que arte.

Berasaluze y Albisu siempre han controlado la situación. Suyas han sido las ventajas en el marcador y en el nivel de juego. El delantero vizcaíno se ha visto ausente en varias fases del partido porque la historia se ventila mucho más atrás. Ahora bien, cuando le ha llegado la pelota ha sabido marcar territorio para apuntalar la victoria. En esta ocasión, no se le ha escapado como les ha ocurrido en dos partidos anteriores. El zaguero de Ataun lo ha impedido. Albisu ha resistido como un jabato. Se ha ganado el roscón con creces, respondiendo al ataque impenitente de sus rivales, convencidos de que solo por ahí estaba el camino hacia el éxito.

Ha habido diferencias significativas. Hasta el punto de que parecía asomarse otro duelo por la vía rápida con marcadores de 13-6 o 15-7. Pero los azules nunca se han dado por vencidos. Cada vez que podían, rompían la pelota para ablandar a Albisu, principalmente. En algunas fases han animado el estelar asomandose con cierta timidez. No ha habido opción al susto. Incluso cuando han recortado hasta el 20-16 y el saque en su mano, la confianza de la cátedra les ha vuelto la espalda.

En el desenlace, la paradoja. Con 21-16, Ezkurdia y Zabaleta no se han dado por entregados y han vuelto a bombardear a Albisu. Hasta tal punto ha resistido el zaguero acosado que ha tenido tiempo de propiciar el error de Zabaleta al enviar arriba uno de sus enésimos recados. Había acabado el agobio