Urkullu ve en la quiebra de Iurbenor una prueba de que no hay “puertas” ilegales

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha salido al paso esta mañana desde la tribuna parlamentaria de las acusaciones vertidas por Jabyer Fernández durante el juicio por el caso Iurbenor celebrado a principios de mes en Bilbao y que ya está visto para sentencia. Este empresario aseguró que la culpa de la quiebra de la empresa fue culpa del hoy en día lehendakari y del PNV, porque no le ayudaron cuando este tenía pendientes de pago 43,5 millones de IVA a la Diputación de Bizkaia. El parlamentario de EH Bildu Unai Urruzuno ha recordado las acusaciones de Fernández y se ha mostrado preocupado porque el empresario declaró que "tocando ciertas puertas, es fácil conseguir favores".

Fernández, ha señalado Urkullu, declaró que “conseguir ventajas ilegales era sencillo si se acertaba a llamar a la puerta correcta; el resultado negativo de sus pretensiones es el ejemplo de que Euskadi no tiene puertas de ese tipo”. El lehendakari ha asegurado que obró con "absoluta honestidad" y dentro de la "más estricta legalidad".

“La empresa no logró el objetivo que buscaba”, ha insistido Urkullu, que ha defendido que le “están acusando de no hacer algo”. Fernández está acusado por un delito de insolvencia punible castigado con seis años de prisión. El lehendakari ha desacreditado a Fernández señalando que, si bien este empresario aseguró haber conversado “largo y tendido” con él en la playa de La Arena, él no ha tenido nunca una conversación “larga ni tampoco tendida” en ese lugar.

El lehendakari ha asegurado que ni él como jefe del Ejecutivo ni nadie de su equipo tiene nada que ver con el caso Iurbenor. Sí ha reconocido haberse “interesado” por la compañía mientras era dirigente del PNV y que visitó la empresa y ha asegurado que ha obrado con “honestidad, claridad y transparencia”.