Variedades para variar

Volver a las variedades, para variar; recuperar el esplendor de los espectáculos de revista que tanto hicieron por la cultura de masas; garantizar el compromiso del TNC con entidades de carácter social; acreditar la diversidad y reflexionar sobre las fronteras. Todas estas intenciones del nuevo director artístico del teatro, Xavier Albertí, quedan recogidas de manera tremendamente festiva en Taxi… al TNC!, el espectáculo inaugural de la temporada y que sirve, además, de presentación de los intérpretes que formarán parte de su programación.

Con una platea mucho más homogénea que las que llenaban las revistas en la época dorada del Paralelo —enaltecida por la presencia del presidente de la Generalitat Artur Mas y su consejero Ferran Mascarell—; con el mismísimo Albertí travestido y haciéndose pasar por una directora de orquestra polaca, Wanda Pitrowska, en el foso junto a los músicos de ESMUC, la Escuela Superior de Música de Catalunya; y con la voz de Jordi Boixaderas como presentador, Taxi… al TNC! es un delirante desfile de números y de intérpretes a lo largo de hora y media al son de casi una veintena de cuplés, a cual más picante.

Desde Al rompeolas interpretado por Joan Carreras y Anna Sahun hasta el que da título al montaje, a cargo de los Egos Teatre, la noche del estreno fue un disfrute para los espectadores que aplaudieron todos los números y celebraron todas las frescuras, las de las letras y las de las acciones de los intérpretes, así como algunos de los textos que irónicamente trufan el conjunto, como es la encuesta sobre la idoneidad de la independencia del TNC.

Fue muy aplaudida la decena de actrices, capitaneadas por Màrcia Cisteró, Mercè Arànega y Teresa Urroz, que bailando con aletas de pato o cola de sirena dieron vida al Fresquibilis sur Mer; Carme Sansa y Carme Conesa demostraron en solitario sus tablas y su buena voz en Nini y Flor de vici, respectivamente.

De todos los números, uno de los más logrados y el que quizás resumía mejor el espíritu del show fue El cap viu, dirigido por el propio Albertí e interpretado por Lluís Homar quien, travestido, por el lado derecho, de jovencita avispada y trajeado, por el izquierdo, como señor maduro dio vida a los dos girando sobre sí mismo con mucha gracia.