El aumento de las quejas vecinales obliga al Ararteko a investigar las lonjas juveniles

De este modo, el Ararteko ha observado que, año tras año, han aumentado las denuncias recibidas relacionadas con "las continuas molestias por ruido que generan las actividades que ejercen los grupos de jóvenes en este tipo de lonjas", situadas debajo de sus viviendas, "sin que estén debidamente acondicionadas ni se tomen medidas para controlar su aforo". Además, los vecinos que residen estas edificaciones muestran su preocupación "por la falta de seguridad e higiene en alguno de estos locales y en su entorno", así como por "la falta de un control adecuado del horario de uso y del aforo que prevenga perjuicios a los vecinos colindantes".

Aunque algunos municipios han abordado esta problemática a través de distintos mecanismos como ordenanzas municipales, los expedientes de queja tramitados durante los últimos años han demostrado que algunos consistorios no han ejercitado las funciones de inspección y control de los locales. En la mayoría de los casos argumentan que desconocen la normativa a aplicar o que no están sujetos a un control ambiental, si bien Lamarca considera que "esta apreciación contrasta con las previsiones que recoge nuestra legislación".

Para poder realizar un análisis detallado de todas estas cuestiones, el Ararteko ha iniciado un expediente de oficio para recabar información sobre el contexto social y jurídico de esta actividad de ocio juvenil y de las distintas opciones municipales para controlar esta problemática. El fin no es otro que poder establecer los criterios y principios generales al respecto en temáticas relacionadas con las medidas de seguridad, la higiene o la insonorización. Se trata de un proceso abierto a todas las instituciones que puedan tener una visión concreta de esta cuestión.