La agenda de la señora Castedo

No es la primera vez que la señora alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, echa mano del tema de la agenda para justificar tanto su dedicación a la ciudad de Alicante como la gestión que viene realizando al frente del equipo de gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de la ciudad.

Confunde una vez más, por desconocimiento o por intencionada confusión, una de sus actividades en el marco de sus responsabilidades como alcaldesa que es la agenda, es decir, la asistencia a actos o a actividades representativas relacionadas con esas responsabilidades, con sus obligaciones principales como jefa del equipo de gobierno municipal, como son la estrategia, la planificación y la gestión de algún proyecto de ciudad, totalmente ausentes en Alicante.

Creo que los ciudadanos preferirían que su alcaldesa comiese todos los días en casa y llegase pronto a su domicilio para ver a su hija antes de acostarla, si el resto de su tiempo lo dedicase a gestionar eficazmente la agilización del PGOU en estrecha colaboración no solo con los técnicos, que también, y con sus amigos y conocidos a los que les apañaba algunos aspectos del mismo, sino con las opiniones de los ciudadanos y de la oposición, para resolver de una vez por todas, un tema trascendental para el futuro de la ciudad. Todos recuerdan que en la anterior legislatura fue concejal de Urbanismo.

No les importaría tampoco que, aunque no tenga tiempo para echarse una siestecilla postprandial, sí lo tuviese para promocionar y gestionar eficazmente unos planes de desarrollo turístico en colaboración con otros para apoyo del languidecente comercio alicantino, para que ambos colaborasen a sacar a estos sectores del marasmo en que se encuentran y dinamizasen la economía de la ciudad. Medidas que se deberían acompañar de rutas turísticas atractivas del centro y el casco antiguo.

Tampoco les importaría que cobrase algunos euros más, si esto se acompañaba de soluciones para el Palacio de Congresos de Sangueta y su entorno, de proponer una utilidad al antiguo edificio de la estación de autobuses y el solar anexo, de regeneración y dinamización de los polígonos industriales, de la elaboración de convenios o pactos con la Autoridad Portuaria, aunque no sea amiga suya, para frenar la hemorragia de disminución de atraques de cruceros en Alicante, y también de viajes promocionales (estos pagados por el Ayuntamiento y no por constructores) para captar inversores para la ciudad, a los que usted se refirió ufanamente al comienzo de la legislatura y de los que nunca más se supo. También le gustaría a la gente que se preocupase por los barrios, además de fomentar las amistades en las Juntas de Distrito y, desde luego, que viesen que usted ha tenido alguna iniciativa, por ejemplo, para evitar la supresión de las partidas presupuestarias para centros de salud.

Por otra parte, estoy convencido de que los vecinos de Alicante le perdonarían que su agenda fuese menos abultada que la de la oposición si al mismo tiempo su gestión y su preocupación ciudadana lograse, por un lado, poner orden en el desbarajuste de la hacienda municipal, endeudada al límite e inmersa en crónicas irregularidades presupuestarias, y, por otro, que abordase con convicción, decisión y firmeza el problema de las grandes contratas de limpieza por que absorben casi el 20% del presupuesto, sobre todo, cuando Alicante está más sucia que nunca.

Es decir señora alcaldesa, me temo que los vecinos y vecinas de Alicante no les importaría que se despreocupase un poco de la agenda y se dedicase más a trabajar por un modelo de ciudad, con señas de identidad, por un proyecto sólido compartido que coloque a la ciudad en el siglo XXI.

Miguel Ull es portavoz socialista en el Ayuntamiento de Alicante