La fiscalía afirma que los ‘mossos’ no ocultaron escuchas a un juez

El Caso Macedonia, una compleja trama de corrupción que afecta a policías, confidentes y traficantes de droga, suma un nuevo capítulo en estos más de dos años que dura la instrucción del juzgado 1 de Barcelona. La fiscalía ha remitido un escrito al juez Joaquín Aguirre pidiéndole que archive la parte de la causa que mantiene imputados a seis mossos d'esquadra (un inspector, dos sargentos, dos cabos y un agente).

Sobre los policías pesa la acusación de haber ocultado al juez escuchas telefónicas con el objetivo de proteger a un confidente policial, Manuel Gutiérrez Carbajo, al que Aguirre acusa de narcotráfico. "No hay indicios racionales de haberse perpetrado los hechos delictivos que se les atribuyeron" a los mossos, sostiene el ministerio en su escrito.

Tras el análisis de las grabaciones que registraron los Mossos d'Esquadra y la comparación con los CD's que llegaron al juez, el Cuerpo Nacional de Policía (que ha ejercido de perito) concluye que los mossos dieron todo el material al juzgado. Únicamente faltó en la primera entrega un CD, que los propios mossos aportaron con posterioridad. "De las comprobaciones oficiales realizadas no se desprenden elementos fundados que permitan razonablemente afirmar la existencia de la voluntariedad de la omisión detectada", recoge el escrito del fiscal, que destaca la "irrelevancia desde cualquier punto de vista" de su contenido.

Los policías están imputados por ocultación de documentos a la autoridad judicial, falsedad en documento oficial, encubrimiento o bien tráfico de sustancias estupefacientes

En concreto, los policías están imputados por ocultación de documentos a la autoridad judicial, falsedad en documento oficial, encubrimiento o bien tráfico de sustancias estupefacientes. En el caso del inspector, se añade revelación de secretos y obstrucción a la justicia. El magistrado alegó en la inicial imputación que los mossos no habían transcrito determinadas llamadas para evitar la imputación de Carbajo.

Posteriormente, además consideró la posibilidad de que la policía catalana hubiese ocultado parte de las grabaciones del original donde, presuntamente, había conversaciones comprometedoras. Algo que esgrimió un perito presentado por la acusación popular que ejerce el sindicato ultra Manos Limpias. Para dilucidar este extremo, el juez Aguirre entró con una orden judicial en el complejo de los Mossos d'Esquadra en Sabadell, acompañado del agentes del Cuerpo Nacional de Policía. El hecho estuvo cargado de simbología por la complicada relación entre ambos cuerpos que operan en Cataluña y que han sido sometidos a investigaciones cruzadas.