El Gobierno cierra la privatización de los túneles de Vallvidrera y Cadí

Abertis empezará a gestionar los túneles de Vallvidrera y del Cadí a partir del próximo martes, 1 de enero. Faltaba solo la firma y hoy se ha formalizado. La segunda privatización diseñada por el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, permitirá a la Generalitat ingresar antes de que concluya el año 309,6 millones de euros, el 72% del valor de la operación (430 millones de euros), y enjugar algo más su déficit, para evitar desviarse en exceso del objetivo del 1,5% fijado para este año.

La sociedad Túnels de Barcelona y Cadí, constituida por Abertis para la ocasión, toma el relevo de las antiguas Tabasa y Túnels del Cadí. En su consejo de administración se sentará un representante de la Generalitat, que se reserva el derecho de fijar las tarifas de sus peajes durante los 25 años que durará la concesión.

Como en el caso de la privatización de Aguas Ter-Llobregat, la operación no ha sido fácil de cerrar. Pese a flexibilizar la forma de pago del canon, el concurso quedó desierto después de que ninguna compañía ofreciera una oferta en firme y Abertis redujera sus pretensiones a un manifiesto de intenciones. A raíz del fracaso inicial de la operación, el Departamento de Economía propuso iniciar un procedimiento negociado con diferentes compañías, que solo llegó a fructificar con Abertis.

Abertis lidera la operación por su experiencia como concesionaria, aunque su participación en la sociedad encargada es minoritaria. Su aliado es BTG Pactual, que controla un 65% de la sociedad. El banco brasileño también tiene un porcentaje de la sociedad que gestionará Aguas Ter-Llobregat una vez privatizada.