Laporte acapara el interés en San Mamés

En San Mamés, se juega mucho más que un simple partido de despedida de año. Vienen a coincidir demasiados exámenes para el Athletic en algo más de 90 minutos de juego dentro de un ambiente que no admite bromas ni demoras para la reacción; de un lado, por la situación del equipo en la Liga y, sobre todo, por el vaivén institucional. Enfrente, el Zaragoza que dista mucho del equipo ramplón que necesitó del ungüento milagroso del hoy entrenador Manolo Jiménez para conseguir su permanencia precisamente cuando el riesgo de la bancarrota le perseguía. Ahora es un equipo con empaque para resistir.

 En el Athletic, Aymeric Laporte atraerá a los aficionados locales. La fugaz incorporación de este prometedor central zurdo no encierra únicamente la proyección de otro valor de la cantera. Con su ficha por el primer equipo, este jugador francés se incorpora sin pretenderlo a la polémica renovación de Fernando Amorebieta, dueño hasta ahora de este puesto pero que vive una pesadilla. Por una parte, asiste atónito a la aparición de un competidor del agrado de Marcelo Bielsa casualmente en el momento más inoportuno para sus intereses. Amorebieta, que tampoco está en paz con su anterior representante, Gorka Arrinda, parece destinado a compartir las portadas y, posiblemente, las reprobaciones que ahora se lleva su amigo Llorente. No acaba de renovar una vez que la directiva de Josu Urrutia le ha puesto sobre la mesa una oferta definitiva. De momento, eso sí, no ha dicho que se quiere ir. Sin embargo, su suplencia por problemas musculares unos días después del penalti que dio pie a la eliminación del Athletic en la Copa y el enfado del entrenador tampoco conforman el mejor escenario para dilatar su respuesta.

Así las cosas, Laporte tiene la oportunidad de quedarse con la afición de San Mamés, siempre dispuesta a mimar a sus promesas. De momento, cuando Bielsa le ha dado la titularidad ha sabido aprovechar el reto y así se ha ganado un contrato de Primera División antes de jugar media liga con su equipo de procedencia, el Bilbao Athletic, en Segunda B.

Para Ander Herrera tampoco será un partido cualquiera porque enfrente tiene al Zaragoza del que llegó al Athletic en una operación calificada en Bilbao como rocambolesca, pero de excelente resultado deportivo. Además, a sus condiciones técnicas Herrera añade la virtud de no morderse la lengua cuando le interesa. Esta semana ha terciado en el plebiscito de la afición hacia Llorente y ha admitido el hastío de la plantilla con esta polémica y la soberana actitud del público para decir lo que piensa. Llorente, por cierto, se mantiene en la convocatoria aunque Aduriz tiene todos los galones para seguir como titular.

Ander Herrera se enfrenta al club de procedencia

Con todo, el Athletic se apresta a despedir un año donde ha dispuesto de la gloria y del tormento prácticamente a partes iguales. Aquellos días de éxtasis en Manchester y de ilusión frustrada de Bucarest parecen un espejismo apenas seis meses después, atrapadas por la incredulidad de una inesperada crisis deportiva a la que ha contribuido la falta de mano izquierda suficiente para evitar que se maltrate la imagen de la entidad. Queda la despedida.