Última reunión del EBB con Urkullu de presidente

Iñigo Urkullu ha presidido su última reunión semanal como presidente del EBB. El próximo lunes ya lo hará como lehendakari, cargo del que tomará posesión dos días antes en la Casa de Juntas de Gernika.

 Son días jamás vividos en los últimos 15 años en los despachos más emblemáticos de Sabin Etxea, en Bilbao. Así lo reconocía una de las personas próximas a la dirección del PNV. Nunca este centenario partido nacionalista se había visto en semejante encrucijada orgánica: su presidente deja el cargo para asumir el Gobierno vasco. Y, en paralelo, Iñigo Urkullu afila el discurso en el debate de investidura una vez resuelta la composición de su Ejecutivo que guarda celosamente, según admiten sus colaboradores más cercanos.

Urkullu analizó con el resto de miembros de la dirección del PNV la situación política y de manera especial los escenarios que se plantean a partir de la convocatoria del debate de investidura, así como las derivadas que entraña el pago de la extra de Navidad a los funcionarios de la Administración vasca. Pero el centro de atención se sitúa en el cara a cara de mañana entre el futuro lehendakari y Laura Mintegi, candidata de EH Bildu.

En el discurso de Urkullu volverán a aparecer las líneas maestras que ha venido exhibiendo desde la campaña y de manera especial en los contactos con el resto de partidos políticos: su preocupación por la crisis, la consolidación de la paz y la convivencia y la apuesta por un nuevo status político. La principal novedad en la jornada parlamentaria de mañana radicará en que habrá compromisos concretos después de los enunciados. “Ya ha llegado el momento de hacerlos”, señaló ayer una fuente del PNV, quien, de paso, restó importancia a la proyección de alternativa que supondrá el discurso de la candidata de la coalición abertzale.

Tras la elección de Urkullu como lehendakari en la sesión del jueves, todo el interés informativo girará en torno a la composición de su gobierno, que podría ser comunicado, previsiblemente, en la mañana del próximo domingo. En el PNV trabajan con la idea de mantener el secreto de la composición del Ejecutivo como respuesta a la exigencia planteada por el propio Urkullu.