La plantilla de Alfageme pide que la Xunta salve el empleo antes de la puja

El anuncio de la subasta de las naves de la conservera Alfageme en Ribadumia y Vilagarcía y de la marca Miau para el próximo 20 de diciembre ha precipitado intensas reuniones extrajudiciales encaminadas a garantizar la permanencia de los 150 puestos de trabajo con las dos firmas del sector que optarán a la puja. Negociaciones que se producen después de que la semana pasada el Igape, organismo de crédito dependiente de la Consellería de Industria, dejara desierto el concurso de adjudicación alegando que ninguna de las empresas aspirantes cumplían los requisitos, entre otros el mantenimiento de los puestos de trabajo en al menos una década de actividad.

Los administradores concursales ya han anunciado a los representantes de las trabajadoras que no procederán a la venta de los activos de la empresa si no hay garantías de que se vaya a mantener la totalidad de la plantilla y la viabilidad de un proyecto relacionado con el sector conservero. También representantes del grupo cántabro El Consorcio se reunieron ayer con portavoces sindicales para confirmar su compromiso inicial de mantener todos los puestos de trabajo. Esta firma presentó un pliego de alegaciones ante el Igape en contra de la decisión adoptada y alega que sí cumplían con las bases del concurso.

Falta Pescamar

Ahora las trabajadoras pretenden que la Xunta negocie con Pescamar, la otra firma candidata a comprar Alfageme, para que antes de la subasta fuerce un acuerdo previo de mantener la plantilla. Rosa Abuín, portavoz de la CIG, considera que la Xunta debe preocuparse de salvar el empleo y no solo de que los nuevos dueños de Alfageme se subroguen al aval de 30 millones de euros que en su día concedió el Gobierno gallego a los propietarios de la conservera.

La petición de la plantilla hacia la Xunta se produce después de que la CIG haya solicitado la dimisión del conselleiro de Industria en funciones, Javier Guerra, y del director del Igape, Javier Aguilera, y la CGT tramite una querella por prevaricación contra ambos por dejar desierto el concurso para adjudicar Alfageme. Las dos naves de la conservera, así como la marca Miau, salen a subasta con un valor de tasación de 900.000 euros y unas cargas hipotecarias de 29,2 millones.