Acto de las JERC en Razzmatazz. Público, descripción: lleva zapatos manguis. Objeto funcional, el zapato es lo primero que se funcionaliza en extremo cuando no hay para más. Desde hace cinco años, Cataluña avanza —o lo que sea que haga— con zapatos chinos. El zapato chino empieza a ser un símbolo colectivo llamativo. Yo ya desconfío de quien no lleva calzado chino. Empezando por el comité central del PC chino. Vaya, llega Junqueras. Abren el acto un chico y una chica en su momento de máximo esplendor, la forma con la que, según el Apocalipsis, resucitaremos. Sin zapatos chinos. Junqueras, sinopsis: habla de su lucha por la vida en la juventud, de la crisis descrita en términos de juventud, aporta la indepe como solución y fija Sant Vicens dels Horts como modelo a seguir en Cataluña y, casi, en Islandia. Habla bien, el pollo. Y raro. Es decir, comunica. Comunicar no es explicar. El lenguaje es una construcción. La comunicación es electricidad. No es mucho. Pero, en contrapartida, comunicar es el futuro. ERC, por cierto, está plagada de comunicadores, personas con experiencia en tele,radio o periodismo comunicativo. Comunicar es vertebrar estados de ánimo. Vete a saber lo que significa un estado de ánimo en términos reales o programáticos. En el acto, así, se incentiva la comunicación de la independencia, sin dar más pistas a Cataluña —o Grecia—. En el acto se omiten llenapistas del argumentario de la izquierdas-zapato-chino que no hacen política, como el impago de deuda.
La última vez que ERC propuso no pagar la deuda fue, por cierto, en 1931, cuando la deuda municipal por la Expo del 29 era comparable a la de Portugal, otro país que comunica llanto y bacallà. En lo que es un recordatorio del telúrico carácter de nuestros políticos, ERC se rajó ese 1931. Después, ya saben, la rajaron. La deuda esa la acabaron de pagar nuestros papás y mamás en 1972. Que es lo que nos está pasando. No sé como se comunica eso en chachi.
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