Los trabajadores trasladan a la calle su malestar por los recortes

Las calles ayer sí que fueron de los trabajadores. La mayoría de ellos secundaban la huelga, pero muchos otros se sumaron a las movilizaciones, y después volvieron al trabajo. Unos y otros eran plenamente conscientes de que pagar a escote una crisis que han generado los especuladores y los malos gestores de algunas entidades financieras merece una respuesta enérgica, pero los tiempos no están para perder un día de sueldo. El seguimiento de la huelga general no fue alto, pero las movilizaciones sí lograron un elevado índice de participación.

Las organizaciones convocantes consideraron un “éxito” todo el desarrollo de la protesta, pero resaltaron sobre todo el “amplio seguimiento” en las calles de las tres capitales vascas y navarra que cifraron en 110.000 personas. La cifra fue facilitada por la representante de LAB, Sonia González. “Ha sido una huelga potente”, aseguró.

Las patronales califican la convocatoria como un fracaso

La manifestación de Bilbao fue multitudinaria y discurrió sin incidentes detrás de cuatro tractores que proporcionó el sindicato agrario EHNE, que se sumó a la protesta. Los secretarios generales de ELA y LAB, Adolfo Muñoz, y Ainhoa Etxaide respectivamente sujetaban una de las pancartas en las que se podía leer “Euskal Herrian murrisketarik ez [En el País Vasco, no a los recortes] Por los derechos laborales y sociales”.

Entre gritos a favor de la huelga general, los miles de manifestantes reunidos en Bilbao marcharon por la Gran Vía, cerrando los pocos comercios que quedaban abiertos en ese calle. Pero incluso El Corte Inglés, aunque cerró los accesos de Gran Vía al paso de la manifestación, dejó abierta la puerta de la calle Ayala, por donde siguieron entrando y saliendo los clientes.

En esos grandes almacenes ficharon el 95% de los empleados y casi el 100% en los de Vitoria y Eibar, según el departamento de comunicación del establecimiento. A la llegada de la cabecera de la marcha al Sagrado Corazón, la manifestación ocupaba todo el tramo de su recorrido, desde la plaza Moyúa en torno a 800 metros.

La candidata a lehendakari de EH Bildu, Laura Mintegi, que hizo el recorrido en cabeza de la manifestación declaró que esta huelga general “es un elemento más, una herramienta, para avanzar en el camino de la soberanía y la justicia social”.

“Ha sido una huelga potente” aseguran los convocantes

Mintegi recordó que se trata de la quinta huelga general en tres años en Euskadi, lo que, en su opinión, dibuja una situación grave.

El apoyo de Bildu a la huelga y a las movilizaciones fue militante. En San Sebastián, la manifestación contó con la presencia del diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, y de destacados representantes de la izquierda abertzale. Durante el recorrido los principales gritos fueron en contra de los recortes salariales y de derechos, y a favor de la independencia.

En Vitoria, muchas de las personas que se manifestaron desde la plaza de Bilbao no pudieron llegar a la Virgen Blanca debido al gran número de participantes y a los incidentes que se produjeron a la altura de El Corte Inglés.

Según el Gobierno vasco, el seguimiento en el sector privado de la huelga general fue del 30% en Industria, en Transportes del 20%, en Servicios del 13%, y en el Comercio un 3%. En el sector público, con una incidencia del 25%, el seguimiento en Administración general ascendió al 29,66%; y en Justicia se quedó en el 24,58%.

Confebask precisó que en Gipuzkoa, acudieron a su puesto de trabajo el 60% de los trabajadores, mientras que en Álava lo hicieron el 91,86% y en Bizkaia el 85%. Por sectores, en Bizkaia el seguimiento fue del 20% la siderometalurgia, del 14% en el sector químico, del 15% en la construcción y la alimentación, del 8% en el transporte o del 4% en telecomunicaciones y artes gráficas. Cebek confirmó que el seguimiento en Bizkaia apenas si fue del 15%, y Adegi lo cifró, en sintonía con Confebask en el 40%, mientras que SEA calificó la huelga de “rotundo fracaso”.