Fabra reivindica el agua del Tajo ante Cospedal

El PP de la Comunidad Valenciana intentó ayer recuperar la autoestima y el protagonismo que tuvo durante los años de oposición de Mariano Rajoy.

El presidente popular y de la Generalitat, Alberto Fabra, aprovechó ayer la presencia de la secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, en la cena de inicio de curso político del PPCV para recordarle la fortaleza de la organización que lidera. Fabra advirtió a Cospedal de que no enterrará unas reivindicaciones (agua, ferrocarriles y financiación) que han permitido a los populares valencianos lograr sus holgadas mayorías electorales.

Y lo hizo casi por sorpresa, en uno de los discursos más contundentes que ha hecho Fabra desde que es presidente. De modo que se dejó de circunloquios y dejó claro que está dispuesto a seguir reclamando el agua procedente del Tajo y del Ebro, tanto como el corredor ferroviario mediterráneo. “El agua no es de quien la ve pasar por delante, es de quien la necesita para crear empleo y prosperidad”, señaló Fabra, que añadió: “No pararemos hasta que el corredor mediterráneo esté hecho”.

El PPCV evita el contacto de Cospedal con los cargos imputados

Unas manifestaciones que fueron recibidas con una salva de aplausos y que hizo que cargos como el presidente provincial de Valencia, Alfonso Rus, se pusiesen en pie. Aplausos que Fabra adornó con las cifras de militancia del PPCV (145.000) y los votos aportados en las últimas generales (1.400.000 votos) como signo de fuerza.

Cospedal, sabedora de las pocas simpatías que tiene en la Comunidad Valenciana, meditó cómo responder al desafío de Fabra y enhebró su discurso con lentitud. Primero optó por recordar que ella, como Fabra, antes que presidentes autonómicos son militantes del PP. Y tras ganar tiempo maduró la respuesta: “En España hay agua pero hay que distribuirla bien. Eso se puede hacer”. Aunque evitó ir más allá.

Fabra, antes de lanzar el guante públicamente, se esforzó por demostrarle a Cospedal que está reconstruyendo el PP que le dejó Francisco Camps y que, por esa misma razón, Génova y Rajoy deben empezar a levantar la cuarentena impuesta al PPCV y permitir que recupere el protagonismo de antaño.

Para empezar, Fabra alejó todo cuanto pudo de Cospedal a los cargos valencianos implicados en casos de corrupción. El portavoz parlamentario, Rafael Blasco, vinculado al caso del fraude de los fondos a la cooperación, y los cargos imputados en las derivadas del caso Gürtel como Ricardo Costa, David Serra o Vicente Rambla fueron alejados de la mesa presidencial. La alcaldesa de Alicante, a punto de ser imputada en el caso Brugal, se sentó en la mesa principal, pero llegó deliberadamente tarde para evitar las fotos. Igual que Alfonso Rus, muy crítico con Cospedal, a quien considera corresponsable del maltrato que recibe el PPCV. La ausencia del expresidente Camps evidenció que es historia y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, procuró mantenerse a distancia, aunque con ella Cospedal se mostró, probablemente por indicación de Mariano Rajoy, especialmente amable.

Frente al hotel donde el PP celebró el evento varias docenas de manifestantes protestaron por los recortes.