Avelino (A Baña 1914-Teo 2012)

En el año 2007 decidimos, en el Ayuntamiento de Teo, nombrar hijo adoptivo a Avelino Pousa Antelo. Avelino formó parte de ese ADN gallego lúcido y comprometido, que no renunció a la memoria para ganar futuro. Ese día, en compañía de amigos y amigas de todo el País, fuimos mejores porque un bo e xenerosotuvo a bien ser adoptado por todos nosotros, vecinos y vecinas, ciudadanía activa y transformadora que premia por una vez a los que perdieron en muchas ocasiones.

Avelino fue memoria y generosidad, historia, un libro agudo que miró con ojos de niño, una palabra lúcida acariciada por el tiempo, uno de los últimos, el primero en vivir, un árbol de Gernika, un agrarista contemporáneo, un muchachote con boina y bastón, un faro con farero y sin gps, el patriarca de una familia de Oza, la mano abierta, la palabra exacta, el galleguista que junto a Isaac Díaz Pardo luchaba por un Estatuto para Galicia en los años treinta, repartiendo propaganda en un camión de recogida de la basura del Ayuntamiento de Compostela.

En ese año fuimos mejores por el tiempo por una vez entendió de justicia, porque cumplimos con el protocolo de los agradecidos, por ser, por hacerle una voltereta al destino que nos dejó comenzar a cotizar al alza en la bolsa de valores gracias a él. Cumplimos, pues, con una encomienda, pusimos el nombre de nuestro municipio a su lado, entrando en la historia de los que apuestan por encima de todo por acompañarse de buena gente, gente que enseñó a sus hermanos un ideal irmandiño de fraternidad y de compromiso con el País, el ideal de la Xeración Nós, el exilio interior y la esperanza, patrimonio sin exclusiones de todo Teo, de todo el pueblo gallego. Hace unos días estuve de charla con él. Cuando le pregunté de que quería que hablásemos, me espetó: “Háblame de los que quieres, aún que lo inventes. Gracias por todo, Lucho do Peto.

Este artículo fue originalmente redactado en gallego. Martiño Noriega es alcalde de Teo.