El público gallego vuelve a acudir a la llamada de Paredes de Coura

Como cada año, el mejor festival de Galicia está 30 kilómetros al otro lado de la frontera. Es Paredes de Coura, que hoy cierra su edición número 20 tras los conciertos de anoche de Kasabian, Anna Calvi y The Whitest Boy Alive. Frente a la crisis y la caída de patrocinadores, el principal festival del norte de Portugal ha tirado de imaginación y de la inagotable cantera de la música alternativa para cerrar un gran cartel, tan exquisito como cuando había dinero para contratar a Morrissey, Franz Ferdinand o Coldplay.

La lluvia con que arranó el evento a principios de semana, un clásico del festival, ha dado paso al sol, lo que ha permitido sacar el máximo provecho del anfiteatro natural tapiado de césped que desciende hacia el escenario EDP, otra de las señas de identidad de una cita anual que se repite desde 1993 en este pequeño pueblo portugués.

La lluvia con que arrancó el festival desapareció en los últimos días

Desplazado en esta ocasión del fin de semana, el de ayer fue el día de mayor afluencia a los conciertos de Paredes de Coura, que empezó suavemente el lunes con los escenarios menores y reservó sus principales actuaciones para las tres últimas noches. En la del miércoles, por su escenario principal desfilaron Digitalism, The Temper Trap y los belgas dEus. Hoy lo harán los portugueses Ornatos Violeta y Dead Combo, los ingleses The Go! Team y los irlandeses God is an Astronaut. Como cada año, el público español contribuyó con su presencia al éxito del festival.

Paredes de Coura dispone de una zona de acampada junto al río Tabuão, servicio de guardería, cajeros automáticos y zonas de ocio como el News Lounge, en la que el público puede recuperar fuerzas leyendo periódicos o revistas.