Una Mercè tan austera como el cartel de Jaume Plensa

Barcelona tiene una voz hecha de muchas voces. De ahí que la variedad de letras sea omnipresente en el cartel que Jaume Plensa ha diseñado para la fiesta de la Mercè de este año y que ayer fue presentado en el ayuntamiento. En él, los signos negros, de alfabetos como el griego, el cirílico y el árabe (señas de identidad del escultor) se aprietan y sobreponen en las esquinas de la obra de Plensa. En el centro, un espacio despejado, “una ventana de esperanza en el futuro”, según el artista barcelonés. Toda una metáfora de los tiempos que corren.

La fiesta mayor de Barcelona, con un presupuesto de 300.000 euros menos que el año anterior (3,2 millones de euros), mirará hacia Montreal y buscará hacerle un guiño a la creatividad y el conocimiento. Muestra de ello es la elección de un científico, el físico Lluís Torner, como pregonero, además de la del afamado escultor. La fiesta se realizará entre el 21 y el 24 de septiembre.

Las credenciales de Plensa son más conocidas por el gran público. El alcalde de la ciudad, Xavier Trias (CiU), no dudó en definirlo como “uno de los artistas locales con más proyección internacional”. Sus obras están en las calles de Japón, Estados Unidos, Francia y Corea y en multitud de galerías. Barcelona cuenta con cuatro de sus esculturas en el espacio público, la última fue instalada en junio en la plaza del Museo Can Framis, en el Poblenou.

Trias dijo en su día que la ciudad merecía más plensas. A la espera de la llegada de las de cobre o hierro, las farolas mostrarán las diferentes versiones del cartel. El artista confesó ayer que no sentía muy suyas las de color rojo, magenta, azul y verde que el Consistorio también había producido (sirven para promocionar los diferentes eventos de la Mercè) pero que todo era cuestión de acostumbrarse.

Con la designación del escultor también se regresa a los grandes nombres catalanes a cargo del diseño del cartel, invirtiendo la tendencia de premiar nuevos talentos. “Sobrio” fue una de las palabras más repetidas entre los asistentes al acto de presentación. El contraste era mayor teniendo en la mente el recuerdo del mundo naíf que proponía el de la diseñadora Catalina Estrada el año pasado.

La elección de Torner, según Trias, busca dar visibilidad al mundo científico y de investigación que tiene la ciudad. “Los años difíciles hacen más necesario mostrar que en la ciudad hay mucha gente en la frontera de las ideas”, dijo el físico. Otro signo del cambio de los tiempos es que, por primera vez, la ciudad invitada colaborará económicamente con la Mercè. Montreal cofinanciará su espectáculo principal, un gran montaje tecnológico sobre la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia en las noches del 21 al 23 de septiembre. El gran piromusical de clausura será dedicado a los 20 años de los Juegos Olímpicos. Los detalles de la programación se conocerán en septiembre.