Otra economía es posible

Coincidiendo con el Año Mundial del Cooperativismo, la federación de ONG SETEM, con sede en Barcelona, presentó ayer Miradas globales para otra economía, con la que trata de dar con las claves de la crisis actual, describe la Economía Social y expone 15 casos reales en los que este tipo de economía ha resultado exitosa.

Comercio justo, banca ética, redistribución equitativa y conciencia medioambiental son conceptos, para nada recientes, pero que conjuntamente sirven de base para entender lo que significa la llamada Economía Social. “En la actualidad existen tres mercados: el privado (capitalista), el público estatal y el sector de la economía social y solidaria”, explicó en la presentación del estudio Pablo Guerra, especialista en economía social y autor del estudio. Y añadió: “Cada mercado tiene sus puntos fuertes y sus debilidades. El privado tiene una gran capacidad de generar riqueza, pero flaquea en la distribución del capital. Lo contrario ocurre con la economía social, que resulta equitativa pero poco productiva”.

Decisiones tomadas en base a quorum, igualdad de derechos y deberes, producción de lo necesario evitando actitudes consumistas o el cuidado del medioambiente son algunas de las características de la Economía Social con las que cumplen gran parte de las más de 750.000 de cooperativas que existen en todo el mundo.

Ejemplos como el de Pigüé, que junto a otras cooperativas argentinas han logrado recuperar más de 18.000 puestos de trabajo; o la de la cooperativa Le Grafehde Burkina Faso que consigue el reciclaje anual de 20.000 bolsas de plástico, demuestran que otra manera de hacer economía es posible, y en muchos, incluso hasta rentable.