Seis leyes para despedir el curso

El Parlamento vasco cerró ayer el curso político en cuanto a los debates en pleno se refiere. En cerca de ocho horas, los parlamentarios aprobaron seis leyes y dieron el visto bueno a que otras dos iniciativas legislativas avancen en su tramitación. El curso, sin embargo, se cerró en falso, con la habilitación del mes de julio para que continúen ponencias como la de paz y la de las asociaciones de consumo de cannabis, la comisión de bebés robados y la tramitación de numerosos proyectos de ley, la opción por la que abogaba el PNV.

Las leyes aprobadas ayer incidieron en aspectos socialmente sensibles. El primero, el de la ley que regula los derechos de los transexuales, una norma que fue aprobada con el consenso entre el PNV y el PSE en contra de las posturas restrictivas del PP, que finalmente retiró algunas de las enmiendas más duras. Al final, la Cámara aprobó por unanimidad la nueva ley, un hito en el reconocimiento de los derechos de este colectivo que, según Sarai Montes, hace “prácticamente” Euskadi se sitúe “a la cabeza de España”.

La ley recoge que los transexuales podrán tener un documento administrativo durante el tiempo que dure el proceso de reasignación de sexo que podrán utilizar como documento de identificación en todas las administraciones públicas vascas —no así en servicios que sean de competencia estatal como, por ejemplo, la seguridad de los aeropuertos—.

Igualmente establece el derecho de los menores a recibir terapia hormonal y enumera los derechos laborales y sanitarios —se ampara legalmente la unidad de reasignación de sexo del Hospital de Cruces, que hasta finales de 2011 ha operado a 27 personas— del colectivo.

El pleno aprobó además, por unanimidad, la toma en consideración de la proposición de ley de aseguramiento de los derechos y la dignidad de las personas al final de la vida, promovida por Mikel Basabe y que ya cuenta con el aval del Gobierno vasco. Con el aval de la Cámara y el Ejecutivo, la propuesta, que recoge derechos de los enfermos —como el de recibir información verdadera o que prevalezca su decisión frente a la de sus familiares cuando tenga más de 16 años— y deberes de los profesionales, deberá comenzar en septiembre el trámite parlamentario de enmiendas.

La iniciativa legislativa popular para potenciar la custodia compartida obtuvo el visto bueno de todos los parlamentarios, a excepción de los socialistas y del de Ezker Anitza que se abstuvieron, para ser debatida. Al contrario del resto de proyectos legales, este no avanzará contrarreloj, porque aunque termine la legislatura y se modifique la composición de la Cámara no caduca.

La ley de Emprendedores promovida por el PP mintras era socio del Ejecutivo también salió adelante con medidas para financiar y asesorar proyectos y potenciar el espíritu emprendedor en el sistema educativo.

La ley de Seguridad Pública, que convierte la academia de Arkaute en un centro formativo de polícia y emergencias, fue aprobada con los votos favorables de PSE y PP al grueso de las medidas, la abstención de PNV, UPyD y Ezker Anitza y el voto contrario de Aralar y EA. La ley de creación del Colegio Oficial de Periodistas salió adelante pese a los votos en contra de PNV, Aralar y EA, y la de unificación colegial de economistas y de titulares mercantiles, por unanimidad. Finalmente, la norma que adapta Unibasq, la Agencia de Evaluación de la Calidad y Acreditación del Sistema Universitario Vasco, al plan Bolonia tuvo los votos favorables en la mayoría de los artículos de todos los grupos, salvo Aralar y EA, que se abstuvieron.

El pleno estuvo salpicado a lo largo de una jornada que se extendió hasta bien entrada la tarde por sentidas palabras de despedida hacia los tres parlamentarios expulsados de Aralar, que abandonarán la Cámara a finales de julio. Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe recibieron elogios de todos los grupos, desde el portavoz peneuvista, Joseba Egibar, hasta la parlamentaria del PP Mari Mar Blanco, con la que más choques ha tenido Aralar en torno a las víctimas de excesos policiales, de las que Aralar ha sido un constante defensor.