Un científico de la UPV es elegido mejor investigador joven de España

Con tan sólo 34 años y nada menos que 40 artículos publicados en prestigiosas revistas como Nature, el investigador de la Universidad del País Vasco (UPV) Emilio J. Cocinero ha logrado el premio Sigma-Aldrich al mejor investigador joven de la Real Sociedad Española de Química (RSEQ). El galardón será entregado al joven científico en el congreso anual de esta institución científica, que este año se celebrará en Zaragoza en noviembre.

Cocinero aprovechó la ocasión ayer para reivindicar la importancia de la ciencia y de preservarla de los recortes. “En España es prácticamente imposible obtener financiación si eres joven, así que es muy difícil desarrollar tus propias ideas”, se lamentó, para después alertar de que “en los próximos años se va a producir una fuga y un no retorno de cerebros en nuestro país de la que nos arrepentiremos”. El premio incluye la posibilidad de ofrecer una charla en estas jornadas, un diploma y mil euros.

Emilio J. Cocinero realizó su doctorado en Química en la Universidad de Valladolid. En 2008, su tesis basada en el estudio de la estructura de aminoácidos por medio de espectroscopia de microondas logró el premio extraordinario de esta misma universidad. Desde entonces, Cocinero ha pasado por universidades como la de Oxford y en la actualidad, desde enero de 2009, trabaja en el Departamento de Química Física la UPV. El año pasado logró la beca Ramón y Cajal.

Por otro lado, la universidad informó ayer de que Iñaki Ordóñez, un estudiante de Ingeniería Técnica en Topografía, ha finalizado el estudio topográfico y geológico de una parte de la cara visible de la luna. El espacio analizado por Ordóñez para su proyecto de fin de carrera, de 10.000 kilómetros cuadrados, incluye el cráter Aristarco, cerca del cual se encuentra una de las regiones lunares que cuenta con mayor diversidad de materiales geológicos.

El resultado de la investigación llevada a cabo por este joven es, según valoró la propia universidad, la cartografía geológica de mejor resolución realizada hasta ahora del cráter (1/350.000). Para realizar este minucioso trabajo, Ordóñez ha recopilado numerosas imágenes de distintos satélites que orbitan alrededor de la luna.