Izagirre fracasa en su empeño de construir la futura estación de autobuses en Loiola

El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, de Bildu, se quedó ayer sin margen de maniobra para recabar apoyos para la construcción de la futura estación de autobuses de la ciudad en Riberas de Loiola. El equipo de gobierno se encontró en la Comisión de Urbanismo con los votos de PSE, PNV y PP en contra de modificar el plan urbanístico de ese barrio. Estos tres grupos impusieron trasladar el emplazamiento de la infraestructura a Atotxa, el lugar aprobado para la construcción de la estación en el pasado mandato. El no de la oposición —los tres grupos también votarán en contra en el próximo pleno del 30 de mayo— da por cerrado de forma definitiva el empeño de la coalición de erigir la infraestructura en Riberas.

Izagirre ofreció a mediodía una rueda de prensa para hacer balance de su primer año al frente del consistorio —hoy se cumple el aniversario de las elecciones municipales que Bildu ganó en la capital guipuzcoana—. En una comparecencia de poco más de 15 minutos, el regidor repasó someramente las principales líneas de actuación de su equipo y no faltaron referencias a la futura estación de autobuses.

Izagirre puso sobre la mesa la posibilidad de que el PNV se sumara a los planes del equipo de gobierno de construir la infraestructura en Riberas de Loiola, y no en Atotxa, el emplazamiento defendido hasta ahora por socialistas, populares y nacionalistas. El PNV dio un balón de oxígeno a Izagirre la semana pasada al pactar con Bildu un plan de inversiones para la ciudad dotado con 78 millones de euros para los próximos cuatro años, en el que precisamente no se hace ninguna mención a esa infraestructura.

La posibilidad de cambiar el emplazamiento de la estación “no aporta mejoras que justifiquen el mismo”, explicó después el peneuvista Eneko Goia, tras detallar el estudio pormenorizado que el PNV ha efectuado sobre la propuesta de Bildu. El propio Goia ya había trasladado su no a Izagirre.

El PSE, por su parte, amenazó con presentar una moción de censura si Bildu “sigue torpedeando” la construcción de la estación de autobuses en Atotxa, la misma infraestructura que acogerá también la del tren de alta velocidad.