Por un cine comprometido

“Apabullada” y parafraseando al poeta Nicanor Parra, último Premio Cervantes, la actriz y realizadora Iciar Bollaín (Madrid, 1967) recibió ayer el premio del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián. “Voy a decir como el poeta Parra: me imagino que me lo dais, no por lo que he hecho, sino por lo que haré”, arrancó la directora en una rueda de prensa horas antes de la gala de clausura de la cita, en la que se proyectó Wilaya, de Pedro Pérez Rosado.

El certamen cerró ayer su décima edición, en la que el filme Ríndete mañana sobre el caso de Paco Larrañaga, el joven de origen vasco que condenado a muerte en Filipinas, ganó el Premio del Público al Mejor Largometraje.

“He mirado quién forma parte de este club de premiados. Están Elías Querejeta, José Luis Borau y Pilar Bardem”, enumeró la realizadora. Bollaín subrayó que no cuenta con la amplia trayectoria del resto de galardonados y que, por tanto, entiende el premio como “una responsabilidad para seguir haciendo cine. Si nos dejan”, remarcó.

El público elige ‘Ríndete mañana’, sobre Paco Larrañaga, como mejor largo

Bollaín recibió de las manos del alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, el premio, una escultura de Koldobika Jauregi. En la obra, una mano toca una estrella que “representa la libertad y todos los derechos que van ligados a ella”, explicó el regidor, leyendo un texto del artista sobre el significado de su pieza.

La realizadora de Te doy mis ojos ahondó en la importancia y la necesidad de un cine comprometido. “Es un tiempo de ver películas como las que aquí habéis mostrado, de ver cómo están las cosas, de reflexionar”, apuntó. Es una visión de su trabajo forjada en los proyectos que ha compartido a lo largo de su trayectoria con directores como Borau, Manuel Gutiérrez Aragón o Ken Loach. “Son directores muy interesantes, todos con una mirada muy especial y con una idea del mundo. No han hecho cine comercial, pero sí de autor creando una especie de escuela”, reflexionó.

Amnistía Internacional reconoce la producción suiza ‘Vol spécial’

Bollaín ha conseguido a lo largo de los años crear una especie de firma en la que se conjugan lo aprendido de Loach o Borau con su propia “intuición”, según reconoció, y el interés por “intentar entender el mundo en el que vives, las relaciones humanas”.

La directora añadió que la situación económica provocará en el mundo del cine un desequilibrio aún mayor entre los nuevos realizadores y los ya consagrados. “Hay más miedo y precaución”, señaló, ya que la crisis impedirá a los nuevos talentos mostrar su trabajo.

La película Ríndete mañana del estadounidense Michael Collins fue elegida por el público como el mejor largometraje al obtener una nota de 9,32. Amnistía Internacional premió la producción suiza Vol spécial, de Fernand Melgar, y el jurado joven reconoció el cortometraje Los monstruos no existen, de Paul Urkijo.