Algo más cerca de Europa en lectura

La crisis económica es tal que ni el libro, hasta hace poco único producto cultural inmune tanto en la debacle como en la bonanza, está tocado. Por ello, los libreros catalanes se conforman con que el lunes, Sant Jordi, se mantengan las (malas) cifras de venta de los 17 millones de euros de la Diada pasada (en festivo y plena Semana Santa). Los editores esperan que suba un 10% y facturar 18,5 millones. En principio, las estadísticas ayudan: entre 2010 y 2011 se incorporaron 134.000 lectores (de al menos un libro al año), lo que lleva a que el 60,6% de catalanes ya lean. Un poco más cerca, pues, del 71% de la media europea.

El incremento de lectura (el 8,2% más si se mira desde 2007, alcanzando ya los 3,9 millones de personas que tocan un libro) se detecta tanto entre los de frecuencia de lectura más baja (los que solo leen de uno a tres ejemplares al año) como los de más alta (más de cuatro al año). Sorprende que el 19% de la población (1.242.000 personas) afirme leer media docena o más de libros, según el informe El consum de llibres a Catalunya 2011, de la Fundación Audiencias de la Comunicación y la Cultura (Fundacc), presentado ayer.

“Quien es lector lo es mucho en Cataluña, son heavy users”, dice Joan Sabaté, director general de la Fundacc, para quien que el libro sea el producto cultural más asequible, con precio variable, y tenga factores como “el efecto biblioteca” y que se regale mucho explica los pequeños incrementos.

El estudio, que tiene una perspectiva desde 2007, empieza a dar constantes: leer es la segunda práctica cultural tras escuchar música, quien lee consume más cultura de todo tipo y el catalanohablante lee en catalán (50%) y en castellano (49%), mientras que el castellanohablante casi solo lee en esa lengua (89%). Pero el consumo de libros en castellano ha bajado un 5,3% en cinco años (aun así, son el 68% de los lectores) y el catalán crece un 9,5% (26,4%) y logra el millón de lectores.

¿Libro digital? No está claro: lo usan un 5,8% de los lectores, no se llega al millón de aparatos y las descargas serán por valor de 100 millones de euros este año. La piratería, del 49,3%, pero ni los editores pueden asegurarlo. Por ahora, Sant Jordi tiene mucho papel.