Greenpeace teme que en Garoña pueda pasar lo mismo que en Fukushima

Representantes de Greenpeace advirtieron ayer en el Parlamento de que en la central burgalesa de Garoña podría “pasar lo mismo que en Fukushima” (Japón) hace un año —el segundo accidente nuclear más grave de la historia— porque “se dan muchas circunstancias comparables”. Por ello, la organización ecologista pidió su cierre definitivo.

Los responsables del área de Energía y de Centrales Nucleares de Greenpeace, Carlos Bravo y Raquel Montón, respectivamente, explicaron en la comisión correspondiente de la Cámara que la central japonesa y la de Garoña “son de la misma época y tienen los mismos problemas de refrigeración”. Montón precisó a Efe que expusieron a los grupos que un accidente como el de Fukushima podría ocurrir cerca de Vitoria, ciudad de la que la central burgalesa dista unos 60 kilómetros.

Bravo presentó las conclusions del informe elaborado por Greenpeace con motivo del primer aniversario del accidente de Fukushima en el que apuntan que Garoña presenta “graves problemas de seguridad derivados del envejecimiento de sus componentes y problemas de refrigeración en su funcionamiento rutinario”.

En la misma comisión compareció previamente la consejera de Medio Ambiente, Pilar Unzalu, para hablar de la modificación de las Directrices de Ordenación del Territorio. Unzalu subrayó que la innovación y la sostenibilidad constituyen las bases de dicho cambio.