Localizados 21 de los 200 bienes perdidos en el Consistorio coruñés

El Ayuntamiento de A Coruña recurrirá a Internet para tratar de dar con el paradero de 184 bienes histórico-artísticos que están formalmente desaparecidos. Otras 21 piezas que nadie tampoco sabían donde estaban desde más de una década han sido finalmente localizadas en dependencias municipales, según informó ayer el alcalde, Carlos Negreira (PP). Pero tras mes y medio de busca, siguen sin aparecer esculturas, joyas, pinturas o incluso muebles, algunos de valor incalculable. El regidor, además de difundir los objetos desaparecidos a través de la Red, también anunció la presentación de una denuncia ante la policía y “otras autoridades gubernamentales competentes en la materia para evitar la comercialización” de esos bienes.

El Ayuntamiento no desveló el listado de esos 21 artículos que, desde la aprobación en diciembre del año pasado del inventario y catalogación del patrimonio municipal, han sido localizados. Pero muchos de gran valor siguen en paradero desconocido. Faltan hasta los pendientes de oro y diamantes, datados de 1842, de la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad. También monedas del siglo XVII y piezas de plata. Y se han esfumado lienzos de pintores gallegos renombrados como Seoane, Laxeiro, Constantino Grandío, Alfonso Abelenda o Sucasas. Faltan incluso esculturas de gran tamaño, el mobiliario completo del despacho del presidente del Gobierno en la Segunda Républica, Santiago Casares Quiroga, o relojes en cajas de considerable altura de los siglos XVII y XVIII.

"Son bienes que nunca debieron salir del Ayuntamiento de A Coruña, pertenecen a todos los coruñeses pero no están donde deberían, en las dependencias municipales", se quejó el alcalde. Y acusó a los anteriores responsables locales de no haberse preocupado de los bienes histórico-artísticos de la ciudad.

Las entidades locales están obligadas por ley, desde 1986, a hacer "inventario de todos sus bienes, cualquiera que sea su naturaleza o forma de adquisición". Pero en el Ayuntamiento coruñés no se hizo con regularidad ni rigor como se aprecia en la gran mayoría de las fichas inventariadas de las piezas desaparecidas. Apenas hay datos de buena parte de esos 184 objetos desaparecidos. Su valoración a veces resulta casi imposible. A diferencia de la época de la dictadura, en las que muchos de los bienes ahora desaparecidos sí constaban en inventarios anuales, en democracia se tramitaba sin ningún rigor el ingreso de piezas en el patrimonio municipal. En 1985, el ayuntamiento coruñés encargó un catálogo de las pinturas que formaban parte de su patrimonio. Una docena de lienzos, algunos propiedad municipal desde la década de los cuarenta, que figuraban inventariados en ese libro están formalmente desaparecidos.