Luis López Carrasco: “Somos cíborgs desde que se inventaron las gafas”
El director de ‘El año del descubrimiento’ recupera su debut literario, ‘Europa’, libro de cuentos futuristas que hablan del presente

Tras ganar el Goya al mejor documental por El año del descubrimiento y el premio Herralde con su primera novela, El desierto blanco, el cineasta y escritor Luis López Carrasco (Murcia, 1981) reedita su debut literario, Europa (Anagrama), conjunto de relatos futuristas nacidos al calor de la crisis de 2008 que anticipan algunos de los grandes debates contemporáneos.
El libro se publicó originalmente en 2014. ¿Qué sintió al regresar a estos relatos más de una década después, al revisarlos para esta nueva edición? Reconecté con el desconcierto que implicó la crisis económica y esa sensación de evaporación del futuro para toda una generación. A la vez el libro, en su proyección de crisis futuras imaginarias, se ha vuelto escalofriantemente realista.
¿Ve una conexión directa entre esta primera obra y El desierto blanco? Aunque el tono es distinto, en Europa ya hay pasajes que intentan entrelazar una memoria generacional local, murciana, noventera, con una mirada que nos habla desde el futuro. Una ciencia ficción cotidiana.
Sus libros son especulativos y futuristas, a diferencia de su cine. ¿Qué le lleva a explorar territorios tan distintos en el cine y en la literatura? Si puedo inventarlo, prefiero ponerlo por escrito, es más barato y creo que más libre. El cine para mí es una herramienta para llegar a donde no llega la imaginación, se nutre del encuentro con otras personas, con otras intimidades, te conduce a lo impredecible. En ambos casos, el objetivo es intentar preservar la memoria de las vidas anónimas.
En Europa, la frontera entre lo biológico y lo tecnológico se difumina. ¿Vamos camino de convertirnos en cíborgs? Quizá somos cíborgs desde que se inventó la escritura... o las gafas. Otro tema es que la tecnología que nos constituye pertenezca a corporaciones dirigidas por multimillonarios sin control.
En uno de sus relatos, dos científicos debaten si deben abandonar la Tierra ante el colapso del planeta. ¿Es ciencia ficción o una forma de realismo acelerado? Me planteo la ciencia ficción como un método para exagerar la realidad y en esa exageración (o aceleración) descubrir inercias colectivas. Un buen amigo me dijo que Europa era una fantasía realista.
¿A qué hora del día prefiere escribir? ¿Y en qué lugar prefiere hacerlo? Siempre desde primera hora, en un despacho donde entre la luz del día.
¿Cuál es la mejor crítica que ha recibido? Cuando estrené El futuro, mi primer largometraje en solitario, algunas personas del público me escribieron para decirme que habían soñado con personas de su pasado que creían haber olvidado.
¿Y ha habido alguna que le doliera? Al estrenar El futuro una persona en Facebook, escandalizada por su carácter experimental, me llamó “millonario” y “estafador”. Fue divertido y un poco doloroso, porque han sido trabajos hechos desde la escasez y la precariedad, y porque da por sentado que toda obra cultural que se sale del marco normativo es una especie de capricho elitista.
¿Qué libro tiene ahora mismo en su mesilla de noche? La larga marcha, de Rafael Chirbes.
¿Y uno que no lograra terminar? Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño.
¿Cuál es la librería más bonita del mundo? Todas las que hayan abierto este año.
¿Un músico o grupo musical al que admire especialmente? Estos días me acuerdo mucho de Rage Against The Machine.
¿Qué canción suena en bucle en su cabeza en este momento? Entre a mi pago sin golpear, de Carlos Carabajal, de la banda sonora de La estrella azul.
¿Quiénes son sus tres cineastas de referencia? Frederick Wiseman, Eduardo Coutinho y Kelly Reichardt.
¿Cuál es la película que ha visto más veces? Blade Runner, me la ponía todas las tardes con siete años.
¿Qué actor querría que le interpretara en un biopic sobre su vida? Tilda Swinton, cómo no.
¿Un estreno reciente en cine que le apasionara? Polvo serán, de Carlos Marqués-Marcet.
¿Qué no soporta en una película? A Tilda Swinton.
¿Con qué actor o actriz sueña con trabajar? Con Mercedes Sampietro.
¿Qué libro le gustaría adaptar al cine? Autor material, de Matías Celedón.
Cite sus tres series favoritas de todos los tiempos. Los caballeros del zodiaco, Misa de Medianoche y, de lo más reciente que he visto, me encantó Querer.
¿Y la última que vio del tirón? Nos vemos en la otra vida.
Recomiéndenos un cómic. Domingo flamenco, de Olivier Schrauwen.
¿En qué museo se quedaría a vivir? En el Louisiana Museum, en Dinamarca.
¿Quién es su arquitecto favorito? Pienso a menudo en Fernando Higueras.
¿Cuál es su podcast de cabecera? No escucho podcasts.
¿Tiene algún placer culpable en materia cultural? Jonathan Franzen.
¿Cuál es su personaje histórico favorito? Ilsa Kucsar y Arturo Barea.
¿Qué trabajo no aceptaría jamás? Basta que lo diga para que acabe condenado a él.
¿Qué está socialmente sobrevalorado? La competitividad.
¿A quién le daría un Goya de Honor? Si estuvieran vivos se lo daría a Helena Lumbreras y a Eloy de la Iglesia.
De no ser cineasta y escritor, le hubiera gustado ser… Submarinista.
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