Los dos Brasiles se miden en la calle en vísperas del veredicto de Bolsonaro
El bolsonarismo reúne a miles de personas en demanda de una amnistía mientras Lula defiende la soberanía en el desfile oficial del Día de la Independencia
El Brasil institucional, con el presidente Luiz Inácio da Silva a la cabeza, y el bolsonarismo —sin su líder, Jair Bolsonaro, que está en arresto domiciliario— han salido a la calle este domingo 7 de septiembre, Día de la Independencia, en convocatorias separadas. Lula ha presidido en Brasilia el desfile cívico-militar anual, esta vez dedicado a defender la soberanía nacional, mientras los seguidores de Bolsonaro han reclamado la amnistía en diversas ciudades en vísperas de que, la semana entrante, el Tribunal Supremo dicte sentencia sobre el expresidente y los militares que supuestamente urdieron con él un golpe de Estado contra Lula. La izquierda ha reunido a unas 8.000 personas en São Paulo, mientras el bolsonarismo ha congregado, en la misma ciudad, en la mayor de sus marchas, a unas 42.000, según el recuento del Centro Brasileño de análisis y Planificación.
La esposa de Bolsonaro, Michelle, ha sido la oradora estrella del sector que defiende al expresidente. “Quien tenía que estar aquí es mi marido, que está amordazado en casa con una tobillera electrónica cuando ni siquiera ha sido juzgado”, dijo en un discurso con constantes referencias religiosas. “Él [Bolsonaro] no se va a rendir”, prometió.
El bolsonarismo da la condena por segura y está pensando en el día después, como muestra que la amnistía, que ya debaten los diputados, haya sido la principal proclama de la movilización bolsonarista. Junto a los típicos gritos contra el Tribunal Supremo y contra el juez que procesó a Bolsonaro, Alexandre de Moraes, esta vez hubo más banderas de Estados Unidos, en agradecimiento al presidente Donald Trump. La Administración del republicano está presionando para que decaiga el juicio contra el expresidente y ha castigado al país con la implantación de aranceles del 50% y el retiro de la visa del juez Moraes, a quien acusa de “caza de brujas”.
El presidente Lula, por su parte, ha encabezado el desfile oficial en Brasilia. Junto a él, han estado los jefes de las Fuerzas Armadas, pero ninguno de los 11 jueces de la máxima corte. Cinco de ellos elaborarán, a partir del martes y en sesiones televisadas, el veredicto del juicio más importante de la historia reciente de Brasil. Se espera que el viernes dicten sentencia en el caso en el que Bolsonaro afronta cinco delitos, incluidos el intento de abolición violenta del Estado de derecho, pertenencia a organización criminal y daños al patrimonio.
“No somos ni seremos de nuevo una colonia de nadie”, proclamó Lula en el mensaje por el Día de la Independencia retransmitido la víspera. “Ni aceptamos órdenes de nadie”, añadió en referencia a las presiones de Trump para intentar neutralizar, con aranceles y sanciones, el juicio contra su aliado.
Además de defender la independencia judicial, Lula calificó de “traidores de la patria” a “los políticos que estimulan los ataques contra Brasil”, en referencia al diputado Eduardo Bolsonaro, quien ha embarcado a Trump y a su administración en la batalla para salvar la carrera política de su padre.
Tanto São Paulo como Río han acogido concentraciones bolsonaristas. El gobernador de São Paulo, Tarcisio de Freitas, visto por muchos como un relevo menos radical que Bolsonaro, atacó al juez Moraes, llamándolo “tirano” y dictador”. También defendió la amnistía y la inocencia de su mentor político, y dijo que “es fundamental que Bolsonaro esté en las urnas en 2026”.

Para los bolsonaristas, la presión de Estados Unidos es la última esperanza y una herramienta clave para conseguir la amnistía. “Quiero que haya una intervención de Estados Unidos, pero dentro de la ley y la legalidad”, decía en la playa carioca de Copacabana el jubilado Evanir de Oliveira. Cristina Stefani y su marido, Rodrigo, llevaban la bandera estadounidense a modo de capa en agradecimiento, explican en São Paulo, a la ayuda de Trump y su Gobierno para derrotar a lo que califican de “dictadura judicial”.
Los bolsonaristas coinciden en reclamar a Estados Unidos más sanciones contra los jueces. De los aranceles prefieren no hablar. Para el abogado Fabio Junqueira, Washington debe incrementar la presión, pero focalizada en el Supremo. “No hay que aumentar aranceles, impactar la economía no es bueno, hay que presionar a algunos jueces del Supremo que no están siguiendo la Constitución”. En opinión del letrado, solo el perdón a los condenados por los actos democráticos pacificará Brasil.
La ama de casa Sandra Berberte, por su parte, insiste en la tesis defendida por el líder de la oposición brasileña: “El 8 de enero no hubo ningún golpe, lo que hay es una gran persecución a Bolsonaro. No hay golpe sin armas y sin Fuerzas Armadas”. Esta brasileña sostiene que, dado que el Supremo es la última instancia, a los fieles al expresidente solo les queda “apelar a países democráticos para que luchen” por ellos: “Trump puede hacer mucho por Brasil”.
Claudinei Pinaffi, finalmente, es de los que considera que Bolsonaro padre no tendrá salud para proseguir con su carrera política. ”Creo que pasará el balón a uno de sus hijos”, dice desde São Paulo. Otros, como Regina Ferreira, todavía esperan un milagro: “Creo que Bolsonaro saldrá libre porque somos muchos rezando. Más difícil que parezca, Dios existe”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.