‘Diáspora africana’, un juego para aprender la historia de los afrodescendientes del Caribe
La Unesco ha lanzado en tres escuelas de La Habana el piloto de un proyecto educativo para fomentar el aprendizaje, la creatividad y la construcción de nuevas narrativas sobre lo afrocaribeño

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“Lo que se aprende con amor se recuerda”, dice con tono agitado la especialista cubana Yadira Vargas, mientras los estudiantes de primaria con los que lleva toda la mañana jugando recogen a sus espaldas los componentes de un juego que tiene características educativas singulares y llega como un revulsivo para los métodos de enseñanza en la isla. Diáspora africana es la apuesta de la Oficina Regional de la Unesco en La Habana para fomentar el aprendizaje, la creatividad y la construcción de nuevas historias sobre África y sus descendientes en el Caribe, permitiendo a los jugadores competir y cooperar.
Pero Diáspora africana, aclaran desde la Unesco, aún es un proyecto en fase de prueba, cuya experiencia se ha ensayado hasta ahora en tres escuelas de La Habana, asociadas al trabajo de la organización internacional. La sesión impartida por Yadira Vargas, consultora del proyecto educativo, ha sido uno de esos experimentos para tantear la experiencia y el impacto de los contenidos que trae la caja de juegos. Se trata de una especie de Risk, el archiconocido juego de mesa y estrategia, pero aquí no se trata de atacar a nadie, ni de vencedores y vencidos, sino de aprender una historia compartida, de momento, centrada en tres países: Cuba, Venezuela y República Dominicana.
El objetivo de la Unesco es hacer llegar Diáspora africana hasta 100 escuelas, de cada una de las tres naciones caribeñas. “Las pruebas, hasta ahora, con estudiantes de primaria y secundaria, han sido un éxito. Disfrutan de la experiencia junto a sus profesores y aprenden detalles de la historia afroamericana que, de otra manera, sería más complejo enseñarles”, refiere la profesora tras la demostración realizada en el aula museo de Casa de África, en el Centro Histórico habanero, en lo que supuso el lanzamiento oficial del juego, al que acudieron profesores de otras escuelas de la ciudad, quienes salieron de allí con las cajas en sus manos.

El prototipo contiene hasta el momento, detallan los especialistas, 12 formas diferentes de jugar y 117 cartas –entre ellas, los cromos de héroes de la Revolución Haitiana, que funcionan como comodines- con las que los jugadores deben ubicar en espacio-tiempo tradiciones, hechos trascendentales, lugares y personajes de la historia de Cuba, República Dominicana y Venezuela. Además, el juego viene acompañado, entre comics y otros materiales, por tres cartillas con información específica de la historia de los tres países. “El sueño es que Diáspora africana pueda abarcar toda la región del Caribe y América del Sur”, cuenta Lubia Díaz, coordinadora del proyecto, que se fraguó durante un año, con la colaboración de más de 100 investigadores internacionales.
Aprendizaje colectivo sobre una historia de sufrimiento
El propósito de la Unesco es claro: “Integrar la Historia General de África en los sistemas educativos, incluidos los planes de estudios, las pedagogías y la formación del profesorado”. Ante la ausencia de dichos materiales pedagógicos y metodologías participativas, la organización vio un camino interesante para explorar en la concepción de un juego de mesa, capaz de aglutinar la producción intelectual de las últimas décadas en Cuba, Venezuela y República Dominicana.
Durante un año, los especialistas realizaron revisiones exhaustivas de la bibliografía disponible, ciclos de entrevistas y formularios virtuales con investigadores de los tres países, así como talleres nacionales, para constatar la solidez de los contenidos que componen el juego. La Universidad de La Habana fue sede de un encuentro internacional para validar la información recopilada. Luego intervinieron Casa de las Américas y la comunidad dedicada a la comunicación alternativa, Utopix, para reunir a artistas, creadores de contenido, docentes e ilustradores para diseñar las diversas alternativas visuales y pedagógicas de Diáspora africana.
Entre esos especialistas estaba Zuleica Romay, coordinadora del Programa de Estudios sobre Afroamérica de Casa de las Américas, quien ve en este juego, y las relaciones que sea capaz de crear, la oportunidad para “demostrarnos cuán africanos seguimos siendo y cuán maravilloso es que esa experiencia humana, que empezó con el secuestro, el sufrimiento y la esclavización, haya construido países como los que tenemos hoy en las Américas”.

Anne Lemaistre, directora de la Oficina Regional de la Unesco en La Habana, valora el trabajo realizado para obtener la caja de juegos como un proceso para descubrir nuevas narrativas del Caribe, “historias que nunca antes se habían compartido y los investigadores de la región han facilitado con generosidad”, poniendo el foco en la Historia General de África, un compendio histórico promovido por la Unesco desde 1964, que pone en valor la historia del continente madre, contada por las voces propias, que se sigue escribiendo y transmitiendo.
“Queremos valorizar las historias y herencias de la diáspora africana”, advierte Lemaistre, refiriéndose a una comunidad que cifra en 220 millones de afrodescendientes, alrededor del mundo. “Hemos querido acercarnos a este tema de una manera más lúdica y poder construir estas nuevas narrativas a través de cartas, mapas, preguntas y diversos juegos”, asegura convencida de que la enseñanza de la historia fomenta el reconocimiento mutuo de los seres humanos, el desarrollo de un pensamiento crítico que favorezca la empatía y el diálogo, y pueda prevenir violencias basadas en la ignorancia y los estereotipos raciales.
Para la consultora del proyecto, Yadira Vargas, no se puede subestimar la diversión. “El espacio lúdico es el lenguaje por excelencia de los niños”, acota. “Es necesario aprender con amor, entusiasmo y energía. Además, este juego implica mirarse a la cara, trabajar en equipo, colaborar, sin usar celulares y el profesor es uno más del juego. Si se sabe escuchar, observar y motivar con alegría, ahí estará el éxito de Diáspora africana”.
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