Casi 400 familias duermen a la intemperie entre carpas de plástico, fogatas improvisadas y la mirada de los bogotanos, cada vez más acostumbrado al limbo de los 900 ciudadanos colombianos asentados en el Parque Nacional que exigen vivienda digna. El miércoles, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca ordenó encontrar un “inmueble idóneo” que garantice condiciones salubres en un plazo de 90 días
Originaria de Risaralda, Etelvina Garcia camina por El Parque Nacional a finales de mayo. Viene de vivir en la Unidad de Protección Inmediata La Rioja, una zona donde ubicó el Gobierno a comunidades Emberás desplazadas por la violencia. Pero estas personas se quejan de que no es un asentamiento digno para vivir y que está en un área de consumo de drogas. Ahora ha retornado nuevamente al Parque Nacional para exigir una solución junto con cerca de 900 personas más.Santiago MesaMiguel Silva Moyano, secretario general de la Alcaldía de Bogotá solicitó acción al Gobierno Nacional para que "asuma la responsabilidad de la reubicación urgente de la comunidad Emberá". Mientras, Marcelino Queragama juega en su carpa. Como él, decenas de infancias siguen deambulando en las calles de la capital.Santiago MesaEstas comunidades desplazadas han estado sobreviviendo entre el Parque Nacional y La Rioja desde 2022. Desde entonces, las comunidades indígenas han reportado al menos una veintena de niños fallecidos, a causa de afecciones relacionadas con las malas condiciones en los asentamientos. Aslys Queragama camina por El Parque Nacional el 21 de mayo de 2025. Santiago MesaLa comunidad Emberá de Bogotá retornó al Parque Nacional el 29 de mayo de 2025, pidiendo de nuevo ser escuchados. Una reciente orden judicial obligó a la Alcaldía de Bogotá a reubicar a esta comunidad en un plazo de 90 días. El Tribunal dio tres meses para realojar a unas 900 personas y garantizar sus derechos en salud y una vida y vivienda digna.Santiago MesaIsabelita Mercado, consejera para las Víctimas, Paz y Reconciliación de Bogotá, comunicó a los medios locales que ya se había comenzado el proceso de caracterización de las comunidades. "Ahora se está empezando con una sistematización de datos para arrancar una conversación sobre el retorno o la reubicación", anunció este jueves. "Apenas podamos disponer de un predio del distrito, se trasladarán todos ahí". En la imagen, Etelvina Garcia y Jorge Flaco construía una carpa para vivir en El Parque Nacional, el 21 de mayo de 2025. Santiago MesaMarcelino Queragama pasa el rato en El Parque Nacional, luego de retornar, después de llevar cinco años viviendo entre La Rioja y este parque.Santiago MesaLa comunidad Emberá ha enfrentado condiciones críticas desde que llegó a Bogotá. En el albergue temporal nunca contaron con servicios básicos como agua, salud e higiene y decenas de infancias deambulaban por el parque sin acceso a la educación. Ahora, vuelven a hacerlo. Marcelino Queragama armando una fogata para calentarse en la noche. Santiago MesaAitana Murillo, Aslys Queragama y Marcelino Queragama, pasan tiempo en su nueva carpa en El Parque Nacional. Para las centenas de desplazados, las carpas de plástico es lo único que los separa de las lluviosas y frías noches de Bogotá. Santiago MesaErika Queragama descansa en su carpa el 21 de mayo de 2025. Las instituciones responsables llevan tres años señalándose entre ellos sin tomar acciones efectivas que aseguren una vida digna a casi un millar de personas desplazadas por el conflicto armado del país.Santiago MesaSegún el Distrito, los niños emberá de esta comunidad están siendo "instrumentalizados". Las autoridades han acusado a algunos indígenas residentes en el Parque Nacional de utilizar a menores para transportar estupefacientes desde el barrio San Bernardo hasta La Rioja. En la fotografía, Anchy Queragama, construye una carpa en El Parque Nacional el 21 de mayo de 2025.Santiago MesaTambién se reportó un presunto caso de violencia sexual contra dos niñas emberá en la UPI La Rioja. La Secretaría de Integración Social está en proceso de denunciarlo frente a la Fiscalía. En la fotografía, Marcelino Queragama pasa el rato en las inmediaciones de los asentamientos.Santiago MesaNancy Campo prepara la cena para ella y su familia, luego de retornar nuevamente al Parque Nacional. Nancy lleva varios años viviendo en Bogotá, luego de ser desplazada. El pasado y el presente de exclusión es compartido por casi el millar de afectados por la inactividad estatal y la violencia. Santiago MesaMarcelino Queragama descansa en su carpa en el Parque Nacional, el 21 de mayo de 2025. Prosperidad Social entregó paquetes alimentarios a las 342 familias que permanecían en dicho asentamiento a finales de mayo. A pesar de las escasas ayudas, las familias exigen acción y no asistencialismo.Santiago MesaAslys Queragama se pinta los labios, en Bogotá, el 20 de mayo de 2025. "Quiero trabajar y seguir adelante para que a mi comunidad no la discriminen", dice. Santiago MesaAitana Murillo descansa en su carpa. Para muchos miembros de la comunidad, el tiempo en al Parque Nacional pasa lento sin que nadie parezca preocupase ni responsabilizarse de su situación. Es un día más en un limbo al que los bogotanos empiezan a acostumbrarse.Santiago Mesa