La contaminación de la migración en el Darién golpea a las comunidades indígenas de Panamá
Locales han denunciado las afectaciones en el río Esmeraldas, fuente de agua para el pueblo Embera

El tránsito de migrantes en el Tapón de Darién, que llegó a su punto crítico con medio millón de personas cruzándolo en 2023, ha disminuido, pero los millones de personas que pasaron por la selva que comparten Colombia y Panamá dejaron altos niveles de contaminación que afecta principalmente a comunidades indígenas. Aunque el flujo de la ruta hacia EE UU ha menguado, la basura que iban dejando a su paso los caminantes ha provocado que el río Esmeraldas, que abastece al pueblo Embera en Panamá, genere enfermedades entre los habitantes.
Los locales reportan que han dejado de usar el agua del río para bañarse después de notar afecciones cutáneas. Las autoridades ambientales panameñas dicen que entre los contaminantes del río se encuentran basura, materia fecal e incluso cuerpos de migrantes que fallecieron en el camino y no pudieron ser recogidos por la inaccesibilidad del territorio. Los lugareños dicen que ahora su pescado huele a gasolina por los motores de los barcos que transportaban a los inmigrantes fuera de la selva.
Las autoridades estiman que la crisis humanitaria dejó 2.500 toneladas de basura en el Tapón del Darién y que limpiarla a lo largo de la ruta migratoria costará alrededor de 12 millones de dólares.
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