Sánchez trata de hacer respetar su liderazgo a 50 días de las elecciones
La desautorización del líder socialista al presidente valenciano, Ximo Puig, para que negocie con Podemos y Compromís supone un golpe de autoridad

La desautorización de Pedro Sánchez al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig —el secretario general del PSOE ha vetado la negociación con Podemos y Compromís para una candidatura conjunta al Senado—, supone un golpe de autoridad ante posibles intentos de cuestionar su liderazgo. Este episodio, a 40 días de las elecciones, se entiende entre los líderes territoriales como una señal de Sánchez: va a ejercer plenamente su poder.

No habrá muchos socialistas en España que defiendan una candidatura conjunta al Senado con Podemos. Así lo sabe el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, que va a intentar “hacer pedagogía” ante la dirección federal, pero que renuncia de antemano a pulsos y órdagos. Mañana se reúne la comisión federal de listas del PSOE y, si llegaran candidaturas acordadas en el PSPV con Podemos y Compromís, serían rechazadas sin la menor duda.
No es el resultado, por tanto, lo que preocupaba a Sánchez, dado que esas listas serían tumbadas e invalidadas. Antes de llegar a ese extremo, el secretario general del PSOE ha querido dar un golpe de autoridad y exigir a la dirección de los socialistas valencianos que desistan de intentar esa negociación. Otros líderes territoriales viven este episodio, que previsiblemente quedará hoy zanjado por desistimiento de Puig y su ejecutiva, con preocupación y con la certeza de que el resquemor de Sánchez a ver cuestionada su autoridad ha movido tan drástica advertencia.
La conversación entre el impulsor de las negociaciones, Puig, y el propio Sánchez avala la tesis de que este quiso dejar claro quién tiene la autoridad y la potestad en un partido federal como es el PSOE: el secretario general. Y el comité federal. “Voy a acatar lo que digas, puedes estar tranquilo, no habrá ninguna rebelión”, le aseguró Puig a Sánchez en una tensa y dura conversación telefónica en la noche del martes.
El líder del PSOE tenía en su mano la resolución que había aprobado la ejecutiva el PSPV, acordando el comienzo de negociaciones con Podemos y Compromís, y comunicó a Puig que no solo no le permitía las conversaciones, sino que esa resolución tenía su desaprobación. En el curso de la conversación, Sánchez invocó su condición de secretario general, señalan fuentes de la dirección socialista valenciana.
Estas invocaciones, a las que aluden algunos líderes territoriales, les sirven para constatar que Sánchez considera cuestionado su liderazgo. En la dirección socialista se afirma que el tono de Sánchez fue “claro y firme”, pero sin “faltar al respeto” a Puig. El presidente valenciano es consciente de que el cuestionamiento interno al secretario general ha perjudicado su iniciativa, como también que Pablo Iglesias el día anterior hubiera lanzado una oferta de listas conjuntas para toda España. No surtió efecto que Puig, en un tono fuerte, explicara a Sánchez que, en solitario, con seguridad el PSOE no obtendrá representación para el Senado en su comunidad. No era no.
Susana Díaz
Este episodio se produce inmediatamente después de que el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, expresara su certeza de que Susana Díaz, presidenta de Andalucía, aspirará a ser la secretaria general del PSOE. Esa afirmación fue acogida con enorme malestar en la sede federal del partido, como le hicieron saber al político extremeño. Aunque la decisión, e incluso la convicción de los barones territoriales de que ahora solo toca la campaña y posponer el debate por el liderazgo era firme, el resquemor mutuo emerge a la primera de cambio. “La herida del PSOE se llama división interna”, les dijo Sánchez a los suyos en el último comité federal. En el equipo de Sánchez se diferencia el sentir de algunos barones de la lealtad de los militantes. A ellos apela constantemente el secretario general de los socialistas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
Prima de diciembre 2025: ¿Cuál es la fecha límite para recibir el pago y cómo calcular el monto?
Kast gestiona con presidentes de la región un corredor humanitario para devolver a los migrantes irregulares
La Administración Trump amplía a 39 países la prohibición de viajes de sus ciudadanos a Estados Unidos
Lo más visto
- Elon Musk, más cerca de ser el primer hombre en alcanzar una fortuna de un billón de dólares
- La UCO precipitó la detención del expresidente de la SEPI porque se percató de que lo seguían cuando iba a una cita con Leire Díez
- El rechazo de Francia y las dudas de último minuto de Italia amenazan con descarrilar la firma del acuerdo entre la UE y Mercosur
- La jueza de la dana declina citar a Sánchez porque no consta que estuviera informado “en tiempo real” por Mazón como Feijóo
- Un tercio de las personas LGTBI+ ha sido expulsado de su casa por su orientación o identidad




























































