Barberá cede y permite el acto contra el sida que censuró

A la hora de estampar la firma, el Ayuntamiento de Valencia rectificó, olvidó y luego habló de otra cosa. Hace dos semanas, la Coordinadora de Asociaciones de lucha contra el Sida en la Comunidad Valenciana, Calcsicova, denunció que el jefe de negociado de Fiestas Tradicionales del Consistorio, Manuel Camarasa, les había dicho que este año, a diferencia de los 13 anteriores, no podrían celebrar el Día Mundial contra el Sida en la plaza de la Virgen. Les acusó de ser unos "irreverentes" y de ir a "mofarse" de la Iglesia. Ayer, el concejal de Fiestas y Tradiciones, Felix Crespo, explicó que finalmente sí se les daría el permiso, que nunca había dicho que no.

Ningún cargo del Ayuntamiento salió a desmentir la denuncia de Calcsicova. Ni Camarasa, ni Crespo, responsable de la concejalía, ni por supuesto la alcaldesa, Rita Barberá. Ayer, sin embargo, el edil, que habló a los medios un día en que suele aparecer la alcaldesa, explicó que "es la firma de un concejal la que da el visto bueno"; así que lo que diga un jefe de negociado, con quien trata Calcsicova, no importa.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, que acompañaba a Crespo, se incorporó a su argumentario: "Yo es que quitaría todo de allí, como en la plaza del Pilar en Zaragoza". "Es un lugar de culto", añadió, "lo quitaría todo menos los actos institucionales".