El tráfico se restringe en el Albaicín y centro de Granada

En Granada capital el tráfico por el centro y el barrio histórico del Albaicín está restringido desde hace años. Aproximadamente unas 300 hectáreas en las que primero se optó por colocar pilonas para restringir el paso de vehículos y después se han ido sustituyendo por cámaras de vigilancia. En la actualidad hay 32 cámaras que, además de controlar el tráfico, informar de incidencias y regular la circulación, sirven para sancionar a quienes conduzcan por calles autorizadas solo para transporte público y residentes o a aquellos que lo hacen por el carril bus. En el primer caso, la multa asciende a 56 euros, que se rebajan a 28 si se paga en un plazo determinado; en el segundo, a 80 euros que pueden quedarse en 40 por el mismo motivo.

"La inmensa mayoría de los granadinos respetan las zonas, el problema son los despistados, especialmente los turistas, que se van y vienen otros y, lógicamente, no aprenden", explica el concejal de Movilidad, José Manuel García Nieto (PP). Al día se contabilizan unas 800 multas, según los datos ofrecidos por el director técnico del área de Movilidad del Ayuntamiento de Granada, Jesús Pulido. Cuando comenzaron a estar en marcha, en 2004, el incremento de sanciones fue espectacular, pero la gente ya sabe que las multas llegan cuando el infractor es detectado por la cámara. Una misma base de datos controla distintos subsistemas. Así hay comunicación directa con los hoteles que informan de los vehículos que tienen que pasar por el centro y que permiten al Ayuntamiento anular la sanción.

El tema de las pilonas no está resuelto. El Consistorio las ha sustituido en determinados puntos como la calle Tablas o San Matías, si bien quedan tres, en los accesos al Albaicín (calle Elvira, Plaza Nueva y calle Pagés).