Irlanda se echa las manos a la cabeza

Castigada por la historia como muy pocos, la República de Irlanda a duras penas podía aceptar ayer la realidad de que se ha quedado fuera de la Copa del Mundo y que ha sido expulsada por la puerta de atrás. Todo el país y gran parte de la inmensa diáspora clamaba con una sola voz contra lo que consideran una injusticia y, por encima de todo, una trampa: la doble mano de Henry que precedió al gol de Gallas en la vuelta de la repesca que clasificó para el Mundial de Suráfrica 2010 a Francia (1-1) en el descuento.

"Ese hombre hizo trampa. Controló el balón dos veces con la mano. Fue un instante Maradona. Diego nunca se arrepintió, pero Henry tendrá que vivir con eso en la conciencia el resto de su vida", se lamentó el ex jugador irlandés Mark Lawrenson.

"Si esto se mantiene es que gana el que hace trampa", avisa el ministro de Justicia

El Uzbekistán-Bahrein, clasificatorio para el pasado Mundial, se repitió por error arbitral

El ministro de Justicia, conocido futbolero, Dermot Ahern, llegó a pedir la repetición del partido. "Probablemente no nos van a hacer caso porque somos un pececillo en el mundo del fútbol, pero vamos a ponerles en evidencia. Es lo menos que podemos hacer por millones de jóvenes aficionados al fútbol desconsolados en todo el país. Si no, si el resultado se mantiene, estaremos enviando entonces el mensaje de que el que hace trampa gana", declaró.

En la misma línea se pronunció la federación irlandesa, que envió ayer una carta a la FIFA en ese sentido y recordó además que existe un precedente en los partidos de clasificación para el Mundial de 2006, disputado en Alemania: el máximo organismo futbolístico hizo repetir el partido entre Uzbekistán y Bahrein por un error técnico del árbitro, el japonés Toshimitsu Yoshida, que, con 1-0 para los uzbekos, invalidó un gol de penalti logrado por éstos porque uno de sus jugadores había entrado en el área antes de tiempo. En vez de hacer repetir el lanzamiento, el colegiado señaló libre indirecto a favor de Bahrein. Fuentes de la FIFA indicaron ayer a este diario que no es un caso similar "porque fue un error de reglamentación y no de apreciación".

El entrenador de Irlanda, el veterano italiano Giovanni Trapattoni, no se quiso hacer ilusiones. "Sé que es imposible que se repita el partido", reconoció. Pero, en vez de cargar contra Henry, prefirió atacar al árbitro y a la FIFA. "No es trabajo de Henry decirle al árbitro que ha sido mano. No le va a decir 'perdone, árbitro, pero me he llevado la pelota con la mano'. La responsabilidad es del árbitro. Es el árbitro el que tenía que haberle preguntado", dijo tras caer eliminado.

Trapattoni criticó a la FIFA por designar a un colegiado de poco peso, el sueco Martin Hansson, para un partido tan importante. Y también por lo que consideró un sistema injusto: la existencia de una prórroga, que beneficia al equipo que juega el segundo partido en campo propio. "Tendría que ser 90 minutos la ida, 90 la vuelta y penaltis", apuntó. Pero, sobre todo, y como toda Irlanda ayer, Trapattoni criticó a la FIFA y la UEFA por seguir negándose a utilizar la televisión para dirimir las jugadas dudosas por mucho que ya hayan experimentado en la Liga Europa y en Mundiales de categorías inferiores con el cuarto árbitro o el árbitro de gol para dirimirlas.

También se refirió el técnico a la decisión tomada sobre la marcha de que el sorteo para los partidos de la repesca se haría con cabezas de serie, algo que no estaba previsto al principio de la fase clasificatoria.

Los irlandeses creen que el sistema se cambió cuando los dos organismos pensaban que tanto Francia como Alemania podían llegar a la repesca. "Seguro que Michel Platini y Joseph Blatter

[presidentes de la UEFA y de la FIFA] están aplaudiendo satisfechos y enviándose mensajes", dijo, sarcástico, el capitán irlandés, Robbie Keane; "con esos dos países en juego nunca en un millón de años íbamos a tener un sorteo justo".

La mano de Henry, comidilla de todos los vestuarios