El asesino de 34 pacientes, un hombre interesado en el ocultismo

Donald Harvey, el enfermero de un hospital de Cincinnati, en el Estado norteamericano de Ohio, que se ha confesado autor de la muerte de 34 personas, es un hombre interesado en el ocultismo y un trabajador apreciado por sus compañeros.

El mismo Harvey, de 35 años, por ahora acusado de un solo asesinato, se hizo responsable hace varios días de la matanza. Cianuro, raticidas, gases, inyección de aire en las venas y bolsas de plástico o almohadas para cortar el oxígeno eran algunos de los métodos utilizados por el antiguo miembro de las fuerzas aéreas para acabar con la vida de sus pacientes.

"Era muy majo, y siempre apreciado por sus colegas; estoy realmente sorprendida", ha declarado Geza Parmetier, su supervisora en el centro médico donde trabajaba últimamente. Tras el conocimiento de la multiplicidad de sus crímenes, se ha ordenado exhumar 10 cadáveres.

El abogado de Harvey ve en su defendido "un joven muy amable ( ... ), con el que se puede trabajar muy fácilmente, con el que se congenia bien", y que a la vez derrochaba una gran compasión para con los pacientes asignados a su cuidado.