Váyase, Simeone, váyase
La ingratitud hacia el míster que nos ha dado todo y el disparatado exilio de La Peineta alejan al chamán de la tribu

Resulta sorprendente cuando no indignante el justicierismo que han emprendido unos cuantos aficionados y gurús rojiblancos después del aquelarre del Bernabéu. Han llegado a pedir la cabeza de Simeone. Y han debido estimularles el criterio ejemplarizante de unos cuantos especialistas clarividentes de la crítica deportiva.
Me parece ventajista sacrificar a Simeone en la hoguera del 3-0, reprocharle el planteamiento, atribuirle la estrategia errática, hacer inventario de los defectos de la temporada. Incluso osar con la idea de que el chamán argentino ha terminado un ciclo.
Puede que lo haya terminado. Pero no por agotamiento ni por frustración propios. Sino porque podría decepcionarle la ingratitud. Y porque tiene derecho a buscar otro mar después de habernos proporcionado el lugar en el fútbol que habíamos perdido.
Simeone nos ha devuelto la confianza, la sonrisa de los lunes, la reputación en la competición internacional, la rutina de los viajes al extranjero. Nos ha dado una liga. Y una Europa League. Y dos finales de Champions. Y una Copa ganada al Madrid en el Bernabéu.
El balance debería avergonzar a quienes reclaman medidas quirúrgicas. Pero más debía hacerlo ningunearle el mérito de haber trabajado con recursos mucho más precarios que nuestros rivales. Hemos creído natural, garantizado el hábito de instalarnos en la elite balompédica, incluso cuando el fútbol se ha convertido en territorio de opulencia falocrática entre magnates, sátrapas, oligarcas rusos.
Y es una anomalía la cotidianidad del Atleti en la vanguardia de los clubes continentales. Una extraordinaria anomalía -será por redundancia- que demuestra el trabajo que Simeone ha realizado fuera del fútbol para apuntalar el fútbol mismo. Que si la psicología, la tensión. Que si la magia, la superstición. Y la fe, y todas las abstracciones que el brujo argentino ha añadido al caldero druida del Calderón hasta encontrar la fórmula mágica que nos ha hecho resucitar, tutear al Madrid, asustar al Barça.
Simeone puede permitirse marcharse. Nos hizo ser mucho más grandes de lo que realmente éramos. Por eso la cuestión consiste en averiguar si el Atleti puede permitirse la marcha de Simeone sin temer que se desmorone la basílica y la religión.
Váyase, Simeone, váyase. El momento es el adecuado. Y no porque seamos capaces de sobreponernos al hueco vacante del tótem en el fuego de tribu india, sino porque este Atlético de Madrid que ha profanado el empresariado chino y que han expropiado sus dirigentes va camino de desnaturalizarse y de corromperse en el arrabal de La Peineta.
Se les extirpa a los aficionados su templo. Se malogra el primer vínculo de identificación, la casa. Y se nos somete a la demolición del Calderón como si la escena traumática de un bombardeo en propia meta pudiera enmascararse con la promesa de una nave espacial. Dan ganas de inmolarse entre los escombros. Y de convertir el partido de este miércoles en una alegoría de Masadá.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Más información
Archivado En
Últimas noticias
El villancico de Mariah Carey rompe nuevo récord al mantenerse 20 semanas en el número uno
73.500 personas han perdido la vida en los últimos 25 años en las carreteras españolas, según un estudio de Stop Accidentes
El Congreso abre expediente al agitador Vito Quiles
Dos peatones heridos al derrumbarse el muro de 20 metros cuadrados de un chalé en Getafe
Lo más visto
- Un trabajador de Acciona asegura que fue el exdirector de Construcción quien le sugirió colaborar con Servinabar, la empresa a la que la UCO vincula con Cerdán
- Eurovisión 2026 cierra la lista de sus países participantes, la cifra más baja desde 2004
- El juez cree que la red de Leire Díez y el exdirector de la SEPI contó con “diversos cargos públicos” para el cobro de comisiones entre 2021 y 2023
- La UE eleva la presión sobre Venezuela al prorrogar las sanciones al círculo de Maduro en plena escalada de Estados Unidos
- Sánchez se mueve para seguir: pacta una cita con Junqueras, anuncia un abono único y descarta tocar el Gobierno






























































