Los Jornaleros del Norte denuncian acoso: “Nos han seguido, nos han mandado cartas de odio”
Tras la viralización de su canción ‘La Cumbia de la Migra’ por Pedro Pascal, el grupo de músicos migrantes recibe ataques y amenazas por su música de protesta


El actor chileno Pedro Pascal, uno de los rostros más visibles de Hollywood, se movía al ritmo de una cumbia que no nació en una alfombra roja, sino en la calle, entre gritos de protesta, frente a una patrulla migratoria. “Esa migra desgraciada, que se vaya a la chingada”, dice el coro. La canción La Cumbia de la Migra pertenece a Los Jornaleros del Norte, un grupo de músicos migrantes que desde hace 30 años acompaña las marchas y huelgas de Los Ángeles con guitarras, tambores y una convicción inquebrantable: cantar para sobrevivir.
Omar León (Michoacán, México, 1976), tecladista, acordeonista y compositor de la banda, no se siente una estrella. “Nosotros no hacemos música para ser famosos. Hacemos música para que la gente sepa que existimos”, dice en entrevista con EL PAÍS. Sin embargo, esta vez fue diferente. Alguien grabó la canción en la protesta de Los Ángeles, se hizo viral, y de pronto todos hablaban de ella. Pero con eso llegó también el acoso.
Cada verso tiene un precio. Sus videos se han visto millones de veces, y distintos medios de comunicación los han compartido. León señala que esta atención también ha traído rechazo: la gente que apoya a la Administración del presidente Donald Trump ha respondido con amenazas. “Nos han seguido, nos han mandado cartas de odio. Incluso intentaron quitarnos el camión desde el que tocamos en las protestas. Querían asustarnos para que dejáramos de salir. Pero no nos espantamos. Si nos quitan el camión, tocaremos a pie”, asegura León.
El grupo nació en 1995, en City of Industry, cuando una redada migratoria interrumpió una mañana cualquiera. Unos hombres esperaban trabajo en un estacionamiento cuando los agentes irrumpieron. Uno de ellos, Omar Sierra, escribió un corrido: El Corrido de Industry. Era un relato simple, seco, como los viejos corridos que narraban tragedias. “Ahí decidimos que íbamos a cantar nuestras propias historias. No teníamos quién las contara”, recuerda León.
Desde entonces, Los Jornaleros del Norte, integrados por León, el salvadoreño Pablo Alvarado y el hondureño Omar Sierra, se han mantenido fieles a esa promesa. Forman parte de la National Day Laborer Organizing Network, que defiende a los trabajadores inmigrantes en todo Estados Unidos. Canciones como Las Redadas, Serenata a un Indocumentado, Pueblo Únete y Que No Pare la Lucha se han convertido en himnos contra el miedo. Canciones que no buscan consuelo, sino memoria. Se definen como gente que lucha, trabajadora, que sueña y que resiste.
Su lucha es pacífica, pero León reconoce que han tenido encuentros difíciles. “Nos han encarado frente a frente con gente anti migrante, con gente racista. Nos han escupido, empujado, amenazado. Aun así, seguimos. Lo admirable de mis compañeros es que, a pesar de todo, mantienen el ánimo de hacer música para contar nuestras historias, pedir justicia y darle voz a los que tienen miedo de hablar”.
A veces, entre la rabia, emerge la ternura. Como en Serenata a un Indocumentado, inspirada en una familia que desde la banqueta está dando el último adiós a un padre que va a ser deportado. La madre, que cada tarde acudía con sus hijos al centro de detención de Los Ángeles, le contó al grupo que esperaban la hora de la cena, cuando los detenidos pasaban por un pasillo y podían verlos unos segundos para enviarles un beso al aire. “Escribí la canción con sus palabras”, dice León.
También surge la resiliencia, como en su tema más reciente, Solo el Pueblo Salva al Pueblo. “La lucha llama tu nombre, el pueblo en la calle está, la voz de los jornaleros nunca se callará. De la tierra nace este canto, reclaman de igualdad, el silencio es derrota, luchemos hasta el final”, explica el compositor. Cada verso es un llamado a no dejarse paralizar por el miedo, a salir a las calles y alzar la voz.
Su música no suena en la radio comercial, pero vibra en las calles. Los Jornaleros del Norte se presentan donde los sindicatos protestan, donde las trabajadoras del hogar exigen derechos, donde los jornaleros reclaman justicia: “Nos verás en las calles, en las huelgas, en las cortes. Porque también ahí se lucha”, asegura León.
En su voz no hay rencor, solo cansancio y una calma obstinada. “A veces nos llaman locos. Pero si nosotros callamos, ¿quién va a contar lo que pasa? El silencio es el enemigo más cruel.” León reconoce que incluso dentro de la comunidad latina hay quienes apoyan las medidas implementadas por la Administración Trump. “Nos dicen que somos corrientes, vulgares, que por eso no nos quieren. Sí, hay gente latina que está de acuerdo con lo que pasa, y que incluso se alegra, pero eso no nos detiene. Independientemente de lo que nos puedan quitar (el camión, los instrumentos), los Jornaleros seguirán. Porque nuestra lucha no depende solo de nosotros, sino de un colectivo más grande que continuará alzando la voz”.
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