Los abogados de Kilmar Abrego García piden que continúe detenido por dos semanas para evitar su deportación

Este viernes, preocupados por la posible segunda deportación de su cliente, los abogados de Kilmar Abrego García presentaron una solicitud inusual a la jueza que supervisa su caso penal en Tennessee para que permanezca encarcelado durante las próximas dos semanas para “evitar que el Gobierno lo deporte” y dar más tiempo para que proporcione “información fiable sobre sus intenciones”. La Administración Trump planea deportar a Abrego García a un tercer país que no sea El Salvador, pero aún no está claro si le permitirá permanecer en el país hasta que se celebre su juicio por tráfico de personas.

El salvadoreño de 29 años, que fue deportado por error a El Salvador el 15 de marzo y devuelto a Estados Unidos el 6 de junio para enfrentar cargos de tráfico de personas, se encuentra detenido en Nashville, Tennessee. La jueza que lleva su caso, Barbara Holmes, decidió el miércoles que, aunque le concedía la libertad hasta la celebración del juicio, se mantendría arrestado hasta aclarar si el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) lo deportaría antes o si le permitiría enfrentar los cargos que se le imputan.

Jonathan Guynn, abogado del Departamento de Justicia, reconoció el jueves que “no había planes inminentes” para su expulsión, pero nada asegura aún que se espere hasta que se resuelva el juicio. Está previsto que el DHS lo detenga nada más ser liberado por la jueza.

“En un mundo justo”, dijeron sus abogados, Abrego García “no intentaría prolongar su detención. Y, sin embargo, el Gobierno —un Gobierno que, a todos los niveles, ha dicho al pueblo estadounidense que traerá Abrego García de vuelta a Estados Unidos para que se enfrente la justicia estadounidense— aparentemente tiene poco interés en llevar este caso a juicio".

La portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, publicó en X el jueves: “Abrego García fue devuelto a Estados Unidos para ser juzgado por los atroces cargos en su contra. Enfrentará todo el peso del sistema judicial estadounidense, incluyendo cumplir una condena en una prisión estadounidense por los delitos que ha cometido”.

Abrego García fue deportado en marzo junto con más de 200 salvadoreños y venezolanos acusados, sin pruebas, de pertenecer a las pandillas latinoamericanas Tren de Aragua y MS-13. Desde que el Gobierno admitió que la expulsión de Abrego García fue un error, se ha esforzado en definirlo como un criminal peligroso para justificar su detención. En 2019 un juez había concedido al salvadoreño una protección que prohibía su deportación a El Salvador.

La Administración Trump, presionada para que retornara al salvadoreño, incluso con órdenes judiciales que dictó hasta el Tribunal Supremo, llevó a Abrego García de vuelta a Estados Unidos. Pero en vez de enmendar su error dejándole en libertad, lo detuvo nada más pisar suelo estadounidense para enfrentar cargos de tráfico ilegal de personas. El caso se basa en un video de 2022 en el que en un control de tráfico aparece Abrego García conduciendo un coche con nueve pasajeros indocumentados.

El salvadoreño se declaró inocente de los cargos el 13 de junio y la magistrada Holmes declaró que no había necesidad de mantenerlo detenido.

El juez de distrito Waverly D. Crenshaw denegó la petición del Departamento de Justicia de pausar la puesta en libertad dictaminada por Holmes. Aun así, Holmes, que iba a definir las condiciones de su libertad el miércoles pasado, decidió mantenerle detenido hasta aclarar las consecuencias que tendría su salida.

En el caso civil que se decide por separado en Maryland, concerniente a la deportación ilegal de Abrego García, sus abogados pidieron el jueves una solicitud de emergencia para pedir su traslado a Maryland y evitar su deportación antes del juicio.

“Nos preocupa que el Gobierno intente deportar al señor Abrego García rápidamente durante el fin de semana”, dijo uno de sus abogados, Jonathan Cooper, a la jueza federal de distrito Paula Xinis durante una conferencia telefónica el jueves por la tarde.

Para deportar a Abrego García a El Salvador, el Gobierno tendría que anular la orden judicial que lo protege, por lo que sería más fácil enviarlo a un tercer país.

El lunes, la Corte Suprema emitió un fallo que permitió a la Casa Blanca deportar inmigrantes a países distintos del suyo, poniendo en pausa la decisión de un tribunal inferior que decía que primero se debe dar a los migrantes la oportunidad de demostrar si es seguro para ellos.