El juez del caso de Sean Combs expulsa a uno de los miembros del jurado por su falta de “honestidad”
El equipo legal del cantante conocido como Puff Daddy asegura que eliminar a un miembro negro perjudica a su cliente y busca anular el caso, en su tercer intento en cuatro semanas


Un mes lleva ya el juicio de Sean Combs —el cantante también conocido como Puff Daddy o Diddy— convertido en el centro de atención mediática y de la conversación en Estados Unidos. El rapero y empresario enfrenta decenas de años de cárcel por cinco cargos de tráfico sexual, asociación ilícita y transporte para ejercer la prostitución. Tras la ardua selección del jurado, que duró una semana, ya van otras cuatro de juicio como tal, con declaraciones de alto impacto por parte de personas que han conocido a Combs durante años, desde trabajadores a parejas sentimentales. Uno de los testimonios claves, y más duros, fue el de Casandra Ventura, artista conocida como Cassie, que, embarazada de casi nueve meses, explicó en el estrado y durante días las palizas, vejaciones y malos tratos a los que Combs la sometió durante años.
Sin embargo, ahora el juicio ha tenido un giro inesperado. Este lunes el jurado —formado por 12 miembros— ha vuelto a reunirse, pero el juez Arun Subramanian ha decidido reemplazar al miembro número seis. Según ha explicado, tiene “serias preocupaciones sobre la honestidad del jurado, y sobre si ha ocultado ciertas respuestas”. Ese miembro del jurado número seis es un hombre negro de 41 años que, al parecer, ha sido “inconsistente” a la hora de hablar sobre su domicilio: en ocasiones ha citado Bronx, en Nueva York, y en otras el vecino Estado de Nueva Jersey. Según el juez, tras conocer esas diferencias en su discurso, habló con el hombre en privado y esas inconsistencias fueron a más.
Por ello, ha sido reemplazado por el primero de seis suplentes, un hombre blanco de 57 años de Westchester, condado al norte de Manhattan, en Nueva York. La preocupación de Subramanian era que el jurado número seis estuviera buscando hacerse notar o lograr algún tipo de información sobre el juicio, de un enorme peso mediático. Los abogados de Combs se han opuesto al cambio de jurado, afirmando que el hecho de eliminar a un hombre negro del panel podría perjudicar a su cliente al no haber suficiente representación racial; sin embargo, de los 12 miembros del jurado, cuatro son blancos y ocho no, siendo cinco de ellos negros. Pero para ellos, ese cambio tendría que llevar a la anulación del juicio. De hecho, es la tercera vez que lo solicitan en estas cuatro semanas, todas ellas, sin éxito.

Parece difícil que el juicio se anule, y más por un cambio formal y justificado. Sobre todo tras los numerosos testimonios que señalan a Combs. El de Ventura ha sido el más llamativo y poderoso, pero no el único. Otra de las exparejas del magnate, con quien mantuvo una relación intermitente entre 2021 y 2024, también testificó la semana pasada. Bajo el nombre de Jane, es por ella que Combs está acusado de crimen organizado y de tráfico de personas. La mujer contó que le asqueaba, en ocasiones de manera física, cómo la trataba Combs, cómo la obligaba a mantener sesiones de durísima actividad sexual, la grababa mientras estaba con otros hombres y se masturbaba ante ella. Algunas noches se sentía traumatizada, violada, aseguraba que no era “un robot sexual”, pero él pese a ello la obligaba, y ella consentía por miedo.
Igual que Ventura, Jane también tenía que planear las estancias de Combs en hoteles, proporcionarle lubricante y llevar pastillas para ayudar a las erecciones, y también llevaba a escorts o actores porno a las sesiones. Ella tomaba drogas para ayudarse y evadirse, y ha explicado que no “aceptaba” sino que “cumplía” con lo que le exigía el músico.

Además, la pasada semana también apareció por el juicio otro músico, Kanye West. Fue el viernes 13 cuando se presentó en la puerta de los juzgados de Manhattan. El rapero, empresario y exmarido de Kim Kardashian, conocido ahora pública y legalmente como Ye, llegó a los juzgados junto a Christian, uno de los hijos de Combs, para apoyar a su colega; es el único famoso de calado que ha mostrado apoyo a Diddy en estos meses de denuncias y juicio. Sin embargo, aunque entró a los juzgados, en una visita que duró apenas media hora, nunca llegó a pasar a la sala, porque se le prohibió el acceso al no estar en la lista de presentes para esa jornada. Solo observó el juicio durante un rato a través del circuito de televisión del juzgado.
Esta semana ha empezado centrada en colaboradores estrechos de Combs, como Kristina Khorram, que fue su jefa de personal durante años. Ella no ha testificado en el estrado, pero la fiscalía ha presentado algunos de los mensajes que intercambiaba con su jefe, con la intención de demostrar que ella era “su mano derecha”, han dicho, y que facilitó la organización de encuentros sexuales con otras mujeres. Incluso que ayudó al que sería un delito de tráfico de personas con dos de las víctimas. La fiscalía afirma que a menudo interactuaba con Casandra Ventura y con la citada Jane, y que hablaba con Combs de ellas. Eso haría que se confirmara uno de los delitos más graves de los que se acusa a Combs, el de organización criminal. A nivel federal, puede implicar hasta 20 años de cárcel.
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