Capote contra Bosé
El más histrión de los histriones de hoy es un aprendiz al lado de un escritor que llegó a presentarse borracho y drogado en el plató de Dick Cavett

Huyendo de Rocío Carrasco y de Migue Bosé, busco amparo en el maravilloso documental The Capote Tapes (Filmin), creyendo que allí estaré a salvo de psicodramas folclóricos y de delirios magufos. En buena hora. Ni Carrasco ni Bosé llegan a las suelas de los zapatos (con alzas) de Truman Capote en narcisismo, ruido y mamarrachismo en general. El más histrión de los histriones de hoy es un aprendiz al lado de un escritor que llegó a presentarse borracho y drogado en el plató de Dick Cavett, directamente salido de Studio 54, con muchas dificultades para mantenerse en la silla y concordar el sujeto con el predicado.
Es muy difícil ser justo con un personaje como ese, que tanto se empeñó en ser injusto consigo mismo, y uno de los méritos del documental es que trasciende la payasada y explica por qué ya no hay Capotes y solo quedan Carrascos y Boseses. La gran paradoja del autor de A sangre fría es que encarnó como pocos el espíritu de su tiempo, y lo hizo intentando escapar de él, braceando con todas sus fuerzas contra la corriente.
Ya no hay escritores estrella como Capote porque ya no quedan homófobos, tiranos, curas y beatas como los de antes. La máscara de Capote era una armadura contra el mundo. Irrumpía en los salones, discotecas y platós chillando y aflautando su muy aflautada voz como estrategia bélica clásica, cumpliendo el axioma de que la mejor defensa es un buen ataque. Sabía desde niño que la sociedad que le había tocado vivir trituraba a los gais repipis como él, y la única forma de sobrevivir era el exceso, aunque fuera al precio de acabar siendo un bufón.
Hay algo rotundo, literario y trágico en la fama de Capote que se ha perdido en las famas de hoy, que no se rebelan contra nada.
Puedes seguir EL PAÍS TELEVISIÓN en Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Más información
Archivado En
Últimas noticias
La gripe hace mella en las plantillas de los hospitales a las puertas del pico de la epidemia
La línea 6 de Metro de Madrid recupera la totalidad del servicio
La estación Sol cierra la tarde de este lunes por el concierto del grupo Hakuna en la Real Casa de Correos
Muere James Ransone, actor en la serie ‘The Wire’ y en ‘It’, a los 46 años
Lo más visto
- Así te hemos contado las elecciones en Extremadura | El PP gana en Extremadura con 29 escaños, pero necesitará para gobernar a un Vox que crece
- Los jueces del Tribunal Penal Internacional se rebelan ante las sanciones de Trump: “No hay que ceder”
- Oona Chaplin: “Le conté a James Cameron que vivía en una cabaña en los árboles y que estaba iniciando un proyecto de permacultura con una amiga”
- Fernando Blasco, matemático: “Ganar el Gordo es más difícil que encontrar un regalo escondido en un asiento del Bernabéu”
- Manuel Bustos acepta seis meses de cárcel por cargar gastos privados a la Federación de Municipios































































