Belén Gopegui: “Hay que hacer actos de resistencia. Aunque sean pequeños, pero con la conciencia de que no lo son”
La autora ha desgranado los entresijos de su última novela, ‘Te siguen’, en el Club de lectura de junio de EL PAÍS

Saben lo que te gusta, lo que investigas, a dónde vas y con quién hablas. Pero hay algo que desconocen: lo que anhelas, lo que significa algo para ti, la sensación que te produce divisar un árbol. Te siguen (Random House) es la historia de cuatro protagonistas que coinciden en una sociedad distópica. O no tanto. Unos son los espiados; otros, los espías. La privacidad ha sido abolida, y algunos de sus personajes están dispuestos a recuperar su libertad, aunque de maneras muy distintas y complejas.
Sobre la trama y el proceso de escritura de esta novela, Belén Gopegui conversó con los suscriptores de EL PAÍS en el club de lectura de EL PAÍS y Babelia del mes de junio. Durante una hora, los suscritores pudieron conocer de primera mano los entresijos de la última novela de Gopegui, en un encuentro exclusivo del programa EL PAÍS+ celebrado en Taller de Ideas, en Madrid.
Todo partió, según la escritora, de la premisa de que la vigilancia es compañía: “Te vas a un pueblo de Francia porque quieres estar sola pero alguien sabe dónde estás y eso te acompaña. Al mismo tiempo, la vigilancia es control”. Quiso Gopegui ahondar en esa contradicción: “Por qué queremos estar vigilados y por qué no y quién nos vigila”. Y como sucede que en general son las redes neuronales y programas informáticos los que extraen datos masivamente, “¿qué sucedería si quienes espían son personas?“, explicó la escritora sobre su ficción.
Por el camino transcurre una historia rica y compleja sobre la cultura de la vigilancia y el control con muchas aristas. De algunas habló generosamente la autora: sobre cómo construyó sus personajes y el grupo de inteligencia artificial que en la novela hace las veces de antagonista, sobre la complejidad de hacer frente a ese control y espionaje desde la individualidad y especialmente de la relevancia de esos pequeños actos de valentía, también de forma colectiva: “Hay que hacer actos de resistencia. Aunque sean pequeños, pero con la conciencia de que no son pequeños.
Porque al final, literatura y política son indisociables en la obra de Gopegui. Una realidad de la que habló abiertamente: “No hay literatura que no esté unida a la política. La política tiene por teatro el corazón de los personajes. La política no es algo que pase en el Parlamento, es nuestra forma de vivir juntos. Escribir novelas es acercarse a nuestras formas de vivir juntos”.
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