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El equipo de Sensacultivo junto a uno de los sensores instalados en un invernadero. ALEJANDRO RUESGA

La aplicación que sabe qué necesitan los cultivos antes que los agricultores

La tecnología de la ‘startup’ Sensacultivo ofrece recomendaciones para mejorar el rendimiento de las plantaciones agrícolas, adelantarse a sus necesidades y ahorrar hasta un 25% de agua

Los agricultores onubenses llevan décadas utilizando una sencilla práctica para conocer el estado de los cultivos de frutos rojos como las fresas o los arándanos, los más extendidos al oeste de una comunidad dominada por los olivares. Este método tradicional –aparte de meter el dedo en la tierra para calcular la humedad- consiste en palpar el lomo de la planta, esto es, la parte superior del tallo principal del que salen las hojas más jóvenes. De esta manera, casi inductiva, cualquier trabajador del campo puede determinar si los frutales necesitan mayor o menor cantidad de agua o nitrato, sustentos fundamentales para el crecimiento vegetal.

Una técnica que entraña un pequeño inconveniente: a veces, el ojo humano, por experimentado que esté, puede fallar. Ese margen de error es el que intenta eliminar la tecnología desarrollada por la startup Sensacultivo.

Cómo ahorrar un 25% de agua

Esta compañía ha perfeccionado una herramienta de monitorización de cultivos de distintos tipos –aunque en Huelva se aplica especialmente en los de invernadero- a través de unos sensores instalados en la tierra que miden parámetros del suelo como la humedad, la temperatura, el efecto del clima y del ambiente. Esa información les llega a los agricultores a través de una aplicación para móvil con recomendaciones “fáciles de interpretar y que les sirven para aplicar el riego adecuado en cada momento”, detalla Daniel Márquez, ingeniero industrial y fundador de Sensacultivo.

De familia de agricultores a revolucionar los cultivos

Hijo y nieto de agricultores, Daniel Márquez nació hace 36 años en Moguer (Huelva), una localidad con una marcada tradición agrícola, base de la economía local desde la época de los Reyes Católicos gracias a su singular clima mediterráneo y la influencia del océano Atlántico, que dotan al terreno de la fertilidad necesaria para el cultivo de frutos rojos. Siguiendo las recomendaciones de su padre, Márquez optó por estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Huelva. Tras licenciarse, y sin olvidar la influencia del campo en su vida, en 2018 decidió fundar Sensacultivo para aplicar sus conocimientos y mejorar la forma de vida de sus vecinos. “Siempre hemos desarrollado nuestros productos de la mano de los clientes, por lo que están testados desde el primer momento”, recuerda.

Se rodeó de otros dos ingenieros, David Cruz, al que conoció en la carrera, y Alfonso Chaparro, especializado en Informática. Ahora, ellos se encargan del desarrollo del producto y del software, respectivamente. Les contó su idea y, tras confirmar que existía una buena simbiosis laboral, les ofreció unirse al proyecto. “Gracias a Fundalogy y al Centro Andaluz de Emprendimiento obtuvimos el apoyo necesario para llevar a cabo nuestro propósito”.

Fundación: 2018

Sector: Agroalimentario

Ámbito de impacto: Sostenibilidad y medio ambiente

El equipo de Sensacultivo: de izquierda a derecha, Daniel Márquez, Alfonso Chaparro y David Cruz. ALEJANDRO RUESGA

La principal ventaja que aporta la aplicación de Sensacultivo es que permite reducir hasta en un 25% el consumo de agua en la agricultura, así como la cantidad de fertilizantes. El proceso se conoce como fertirrigación, explica Márquez, que consiste en saber el nivel de nutrientes del suelo sobre el que se cultiva, así como las condiciones del agua del riego y su drenaje. Todo, “en tiempo real”, lo que permite al agricultor ajustar las soluciones para nutrir los suelos y maximizar el rendimiento de los cultivos. “Les ofrecemos el registro cuantificado del agua de la que dispone la tierra y también más parámetros sobre las condiciones climáticas de los invernaderos; por ejemplo, ver si tienen que ventilarlo”.

La propuesta de Sensacultivo atrajo el interés de Fundalogy. La sociedad inversora de Fundación Unicaja decidió apostar por la startup debido a la “necesidad de introducir innovación y la aplicación de nuevas tecnologías”, explica Javier de Pro, director general de la entidad, en un territorio en el que el sector agroalimentario es una de las bases de la economía. “Recientemente se ha comprobado que los períodos de escasez de agua pueden tener un impacto bastante importante en la producción, y este proyecto busca optimizar el consumo, que nos parece totalmente alineado y comprometido con el medio ambiente”, detalla de Pro.

Lo que une a las personas

El apoyo

Javier de Pro

Director general de Fundalogy

“Apostamos por Sensacultivo porque en el sector agroalimentario andaluz la tecnología y la innovación son fundamentales para su desarrollo y sostenibilidad”

El emprendedor

Daniel Márquez

Fundador de Sensacultivo

“Damos un servicio de formación y acompañamiento al cliente, más allá del soporte técnico, lo que nos hace diferenciarnos y que ellos estén contentos”

El cliente

Eligio Márquez

Agricultor

“Sé lo duro que es el campo y por eso es tan buena la herramienta de Sensacultivo, porque nos ayuda muchísimo”

A Eligio Márquez, agricultor de 63 años y vecino de Moguer, esta tecnología le ha cambiado su forma de trabajar en el campo. “Antes no había nada como esto”, dice, orgulloso de ser uno de los clientes más veteranos de la startup. “Tú tocabas el lomo de la planta, lo estrujabas con los dedos o metías los dedos en la tierra para ver cómo estaba de humedad y le echabas el nitrato a cálculo”, recuerda. Según la época del año o del brote de los frutos, aumentaba o disminuía la cantidad de agua y fertilizantes. “Pero ahora la aplicación te dice cómo está la humedad, si tienes que ir bajando o subiendo el riego para ahorrar, que es algo fundamental en la agricultura”. Estos cambios le han traído más de una alegría fuera del horario laboral. “Antes entraba de noche y salía de noche, por lo que veía poco a mis hijos. Ahora puedo disfrutar más de mi nieto”.

A la hora de trabajar codo a codo con sus clientes, el equipo de Sensacultivo detectó que existía cierta brecha digital entre los agricultores, en su mayoría, trabajadores mayores de 60 años. Por eso, apostaron por una labor formativa desde el inicio. “La implantación inicial de los sensores es súper importante, al igual que esa primera semana en la que estamos disponibles para cualquier duda que pueda surgir”, detalla el fundador. Con el tiempo, van programando revisiones temporales de seguimiento para “que no tengan ese rechazo a las nuevas tecnologías”. Gracias a estos protocolos, la tasa de renovación de los clientes de la compañía es del 99%.

Gracias a la aplicación de Sensacultivo, cualquier agricultor puede conocer en tiempo real el estado del terreno con el objetivo de maximizar la producción de sus cultivos. ALEJANDRO RUESGA

Los sensores que mandan la información se colocan en puntos estratégicos de los cultivos para medir las condiciones de humedad y otros parámetros del terreno. ALEJANDRO RUESGA

Sensacultivo trabaja principalmente en cultivos de fresas, arándanos y aguacates. “La mayoría de nuestros clientes están en Huelva, aunque llegamos a Cádiz, Sevilla, Málaga, Canarias y Portugal”, explica Daniel Márquez. ALEJANDRO RUESGA

Eligio Márquez recuerda orgulloso que su padre fue uno de los pioneros en el cultivo de frutos rojos en Huelva: “Me decía: ‘En Moguer solo estábamos Fulanito, Menganito y yo”. ALEJANDRO RUESGA

La labor formativa de Sensacultivo con los agricultores es continua. “El tema del móvil les da un poco de miedo al principio, pero cuando ven los primeros resultados, quedan encantados”, cuenta Daniel Márquez. ALEJANDRO RUESGA

En un 2025 en el que marzo fue el tercer mes más lluvioso de la serie histórica en España, con precipitaciones acumuladas de 149 milímetros por metro cuadrado, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, Sensacultivo no solo no ha notado un descenso a nivel comercial, sino todo lo contrario. “No ha sido evidentemente un período de sequía como el que tal vez veníamos acumulando, pero los agricultores han seguido contratando nuestros servicios”, explica. Y tiene la clave de por qué ha ocurrido esto. “Para que el día de mañana, cuando haya menos agua, se pueda optimizar su consumo lo máximo posible”.

Tecnología al servicio del medio ambiente

Los períodos de escasez de agua pueden tener un impacto significativo en la producción del sector agroalimentario de Andalucía. Por eso, desde Fundalogy, la sociedad inversora de Fundación Unicaja, no dudaron en apostar por la tecnología de Sensacultivo: “Desde su concepción nos parece totalmente alineada y comprometida con el medio ambiente y los valores que tratamos de impulsar”, explica Javier de Pro, director general de la institución. “Este sector es uno de los principales motores económicos de la Comunidad Autónoma y va ganando mucho peso en las exportaciones, por lo que para ser líderes hay que invertir en tecnología y hacer un uso responsable de los medios”, apostilla.

El equipo de Sensacultivo posa junto a uno de los sensores de la compañía. ALEJANDRO RUESGA

Sobre el equipo de Sensacultivo, De Pro valora sus perfiles orientados a la tecnología, además de la historia personal de su fundador, Daniel Márquez. “Por su familia, tiene una relación con el campo, lo que nos hizo ver que podía entender muy bien los problemas que estaba tratando de solucionar y abordarlos desde un perfil y una óptica totalmente tecnológica de fácil uso, interpretación e implementación por el agricultor, una cuestión reseñable ya que ha ayudado a fidelizar a Sensacultivo en un mercado objetivo distanciado durante décadas de herramientas tecnológicas”.

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