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Las cofundadoras de Onversed, Raquel Pérez (izquierda) y Mariana Flink. CEDIDA POR ONVERSED

Un gemelo virtual para impulsar la moda emergente española

Gracias a las herramientas 3D y la inteligencia artificial de la ‘startup’ malagueña Onversed, los diseñadores pueden transformar sus patrones en una réplica digital. Con ellas ahorran tiempo, costes y material y pueden centrarse en sus modelos y potenciar el sector

Una industria como la del diseño de moda requiere de lo creativo y lo material: idear cómo será la prenda, plasmarla en un patrón, dar indicaciones a la modista… En este proceso, se pueden producir errores que lleven incluso a desechar el resultado y haya que volver a empezar, lo que supone más materiales, tiempo y dinero, algo que puede ser letal, sobre todo, para diseñadores y marcas que están empezando.

Las empresarias Raquel Pérez y Mariana Flink se dieron cuenta de que esto tiene mucho que ver con que el sector de la moda está muy desconectado de la virtualidad. “A veces, los procesos se hacen de la misma forma que hace 30 años”, describe Pérez (48 años, Valladolid). Juntas decidieron aportar una alternativa que facilitara repetir cualquier proceso de diseño con el menor coste posible tanto a pequeñas como a grandes marcas y en 2022 fundaron en Málaga la startup Onversed.

Gracias al dominio de sus creadoras de la tecnología 3D, la inteligencia artificial (IA) y la generación de contenido audiovisual, el equipo de Onversed es capaz de hacer una réplica virtual de los bocetos para comprobar si hay algún tipo de fallo. La startup permite a los diseñadores digitalizar sus colecciones rápidamente sin necesidad de tener un equipo técnico propio o conocimientos previos. Como explica Pérez, CEO de la empresa, desde su sede malagueña: “Nosotras queremos llegar a todos, aspiramos a ser como el Zara de la moda digital”. Además, Onversed también ofrece servicios de presencia multiplataforma a estos diseñadores —página web, tienda virtual, redes sociales...—.

La clave está en el gemelo digital

Una de las clientas de Onversed es la artista plástica María Soledad López (Guadalcázar, Córdoba, 44 años) quien, a través de su marca Marló, traslada los colores y formas de sus lienzos y murales a prendas como quimonos, bolsos, corbatas o fulares. Hace un año, pidió 100 metros de tela con el objetivo de lanzar una colección limitada del quimono Libertad, fabricado al 100% en poliéster. Al terminar, se dio cuenta de que la tela no había quedado bien cuadrada y el logo de su marca estaba al revés. Lo resolvió, pero con mucho esfuerzo manual y económico: “No es un material barato, no puedo fallar”, asegura. Por eso, decidió trabajar con Onversed.

Del patrón a la clienta: cómo fabricar un quimono sin fallos con IA

La startup Onversed ayuda en todo el proceso de diseño. En primer lugar, hay que introducir los patrones y las medidas de la prenda, como en el caso de quimono de la marca Marló. A partir de ellos, se elabora un primer sketch o boceto. CEDIDA POR ONVERSED

Con ese boceto, el equipo aplica tecnología 3D e inteligencia artificial para lograr una pieza rigurosa. Es lo que llaman el gemelo digital. CEDIDA POR ONVERSED

El resultado permite al diseñador anticipar posibles errores antes de encargar a su modista la confección del modelo. CEDIDA POR MARLÓ

En todo este proceso, la figura del gemelo digital, que nace a partir del bosquejo de la prenda, es la clave: se trata de una réplica hiperrealista con la que economizar tiempo y dinero. Un ahorro cada vez más relevante si se considera la subida de precios industriales para la fabricación de tejidos textiles, que aumentó un 0,4% en marzo de 2025 respecto al mismo mes del año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De hecho, López —que se define como artesana—, gracias a Onversed no elimina los procesos creativos, pero sí reduce tiempos, incluidas las cinco o seis pruebas que suele pedir antes de tener la prenda definitiva. “Mi modista y yo hemos ganado tranquilidad, nos quitamos quebraderos de cabeza”, resume.

“Ayudamos a las firmas a ser más competitivas y eficientes”, compendian en Onversed. De hecho, este compromiso social y medioambiental fue lo que motivó a que Fundalogy, la sociedad inversora de Fundación Unicaja, apoyara económicamente este proyecto. Javier de Pro, su director general, explica que a la hora de seleccionar las startups se preocupan por el impacto que generan en las comunidades. En ese sentido, Onversed encajaba no solo por reducir emisiones y litros de agua que se emplean para la fabricación, también por otras consecuencias positivas: “Como las prendas digitales no requieren lavado, secado ni planchado, eliminan la huella de estas fases del ciclo textil, como la liberación de microplásticos. Además, se evita la generación de residuos al final de la vida útil, ya que no hay piezas físicas que desechar. Todo esto transforma radicalmente la sostenibilidad de las operaciones en el sector de la moda”, declara.

Más allá de los valores comunes, a De Pro también le sorprendió el amplio conocimiento especializado del equipo: “Han tenido una inmensa capacidad a la hora de conectar con las personas y mostrarles que Onversed puede ser la solución a muchos de sus problemas”.

Lo que une a las personas

El apoyo

Javier de Pro

Director general de Fundalogy

“Onversed es uno de los proyectos más disruptivos en los que hemos invertido, cuando comprendes su impacto en el sector de la moda te das cuenta de que es diferencial”

La emprendedora

Raquel Pérez

CEO y cofundadora de Onversed

“Fundalogy se interesó por nuestra startup porque facilitamos la tecnología a las pequeñas y medianas empresas: los mundos digitales también tienen que ser accesibles”

La usuaria

María Soledad López

artista y diseñadora

“Onversed aporta el valor humano de dar seguridad y, por tanto, tranquilidad en los procesos de creación”

El uso del gemelo digital se aplica también a otros procesos posteriores al diseño de la prenda. Por ejemplo, y como precisan en la compañía, este prototipo virtual mejora cómo se visualiza el producto en los marketplaces o tiendas virtuales de ropa y puede emplearse para mostrarlo en las redes sociales. “Así mejoramos el posicionamiento porque si no impactas, no existes”, aseguran desde el equipo. Otra ventaja es que, al no tener que hacer pruebas físicas, se ahorran costes ante, por ejemplo, la opción de preventa (bajo demanda) o colecciones cápsula (formadas por pocos ejemplares). De hecho, la startup ha sido reconocida como Empresa Innovadora de Base Tecnológica (EIBT) por la Asociación Nacional de CEEI Españoles, un distintivo que demuestra su potencial como proyecto.

Del metaverso a la moda

La startup Onversed se fraguó con una mirada futurista, pero terminó por ayudar a una industria tan tradicional como el diseño textil. “En el metaverso nadie va desnudo”, fue la frase que desencadenó la creación de la compañía. La dijo Mariana Flink, experta en moda, en un evento sobre el blockchain, una tecnología que funciona como una suerte de contabilidad digital. La escuchaba Raquel Pérez, que se dedicaba a la transformación digital de las empresas. Enseguida compartieron la visión, era una oportunidad. El planteamiento inicial era adentrarse en la moda virtual vistiendo, en vez de a maniquís físicos, a avatares.

Ambas comenzaron a investigar este nuevo mercado y descubrieron que grandes marcas como Gucci o Balenciaga ya empleaban herramientas de moda digital pero solo eran accesibles para grandes presupuestos. "¿Acaso es tan complicado aplicarlas a las empresas emergentes?", se preguntaron. La respuesta fue afirmativa, sobre todo porque los diseñadores primerizos estaban más preocupados por hacer realidad sus creaciones que por el metaverso. “De hecho, aún hoy, la mayoría utiliza figurines a lápiz”, precisan. Por eso, tuvieron claro que la solución era ayudarles a digitalizarse. “Nos convertimos en ese equipo de diseño externo que, por unas tarifas mensuales muy baratas, cambiamos el papel por un producto digital”, resume Pérez. Hoy, la empresa malagueña Onversed cuentan con un equipo base de 10 personas, entre diseñadores y técnicos y un equipo de colaboradores externos.

Fundación: 2022

Sector: Tecnológico

Ámbito de impacto: Sostenibilidad y medio ambiente

Raquel Pérez (segunda por la derecha), cofundadora de la ‘startup’ Onversed, junto a su equipo en sus oficinas en Málaga. GARCÍA-SANTOS

Las herramientas de Onversed valen no solo para el diseño textil. Un ejemplo sería el de Marta Repáraz (25 años, Bilbao), quien trabaja con Pérez y Flink para posicionar Lipper, su marca de joyas. En este caso, Onversed ofrece un probador online en el que el usuario puede, sin moverse de casa y desde su móvil, ver cómo le quedan, por ejemplo, unos pendientes diseñados por la bilbaína. Para esta técnica, llamada virtual try-on, solo se necesita la cámara del teléfono. Como en el caso de Marló, esto permite a los potenciales compradores probar esas joyas sin que Repáraz tenga que producirlas: “Antes lo hacía todo a mano. Gastaba papel, tejidos, horas...”, explica. Como resume la CEO de Onversed: “Evitamos la producción que no es necesaria”, lo que facilita un atajo virtual para que cualquier diseñador solo tenga una tarea: la de imaginar.

La tecnología que democratiza la moda

Un vistazo al mundo de la moda hizo muy evidente la necesidad de una empresa como Onversed, recuerda Javier de Pro, director general de Fundalogy, la sociedad inversora de Fundación Unicaja. “Había mucho camino por recorrer”, sostiene. Su valor aportaba un gran cambio por la cantidad de empresas que no pueden invertir por sí mismas en esta tecnología. El conocimiento del sector del equipo de Onversed les resultó una buena forma de mitigar la brecha digital en esta industria. “Han conseguido calcar la textura de la tela y el color; vemos perfectamente en la pantalla cómo resultará en físico”, describe.

Javier de Pro, director general de Fundalogy (izquierda), junto a la cofundadora de Onversed, Mariana Flink, en el momento de la firma de la inversión de Fundalogy en esta empresa emergente. CEDIDA POR FUNDACIÓN UNICAJA

Gracias a este apoyo, la empresa ha podido desarrollarse y mantenerse en su sede en Málaga. Para la cofundadora de Onversed Raquel Pérez, el ecosistema local (aceleradoras, incubadoras, eventos) ha sido “fundamental” en el crecimiento de la compañía: “La ciudad es una marca por sí misma: tiene reputación tecnológica y cultural”, apuntala.

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