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“Una ya no tiene edad para que le manden”: 25 años sin Vainica Doble y la curiosa historia de cómo se gestó su último disco

En julio del año 2000, Carmen Santonja fallecía mientras grababa el último álbum del dúo, ‘En familia’. Recordamos cómo se grabó el testimonio final de un grupo único

Vainica Doble

En la primavera del año 2000, Carmen Santonja y Gloria Van Aerssen se encerraron en los estudios Arco del Valle, en la localidad madrileña de Cercedilla, para grabar el que, conscientemente, iba a ser el álbum final de Vainica Doble: En familia. Ellas tenían 66 y 68 años respectivamente. A mitad de las sesiones, Carmen comenzó a sentirse mal, sufría un cáncer muy avanzado. Gloria la intentaba convencer para ir al médico, pero ella no quería, solo deseaba terminar su trabajo. El 23 de julio, la artista fallecía justo antes de finalizar su grabación. Casi literalmente, se puede entender que sus últimos suspiros están en ese disco, cuya salida se demoró hasta diciembre y fue unánimemente encumbrado por la crítica especializada (la revista Rockdelux, de hecho, lo eligió como mejor disco español de aquel año). Otra curiosidad un tanto tétrica es que, el mismo día que falleció Carmen Santonja también lo hizo Carmen Martín Gaite, gran amiga de ellas, y que terminó relegando a la compositora a un lugar secundario en los obituarios de las secciones de cultura. Fue una más de las paradojas que siempre persiguieron a las Vainica: un grupo más influyente que conocido por el gran público, cuyos mayores beneficios los obtuvieron con composiciones que cedieron a artistas como Luz Casal o por bandas sonoras televisivas como Con las manos en la masa.

Vainica Doble, dúo musical, foto posada de las integrantes Carmen Santonja y Gloria van Aerssen.

Cuando comenzó el siglo XXI, el dúo madrileño venía de publicar un álbum de infausto recuerdo. Carbono 14 (publicado por el sello Mercury en 1997) intentaba modernizar su legado con colaboraciones de gente como Alejandro Sanz y Miguel Bosé, arreglos de radiofórmula y unas horrorosas fotos promocionales en las que ellas aparecían ataviadas como astronautas. Fue el disco más vendido de su carrera, pero el menos apreciado por sus seguidores y por ellas mismas, que se quejaron amargamente de verse despojadas del control del producto final. “No es lo que queríamos hacer. Una ya no tiene edad para que le manden”, declaró Gloria Van Aerssen a quien esto firma en una entrevista para Diario 16 a finales del 2000. Las Vainica, aquellas dos artistas absolutamente únicas, parecía que iban a quedar asociadas para siempre a sus trabajos de los años setenta y los primeros ochenta, a sus visualizaciones singulares e iconoclastas, más espontáneas que meditadas, de un país en profunda transformación. Hasta que decidieron cambiarle el final a su historia.

Foto promocional del álbum 'En familia'.

Paco Clavel y Elefant Records, confabulados en el giro de guion

La historia de En familia comienza en 1999, cuando el ubicuo Paco Clavel organizó una exposición sobre el dúo en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. “Ellas también pintaban. Gloria, que era íntima amiga mía, me regaló un cuadro que pone: ‘para mi Paco’, con un corazón, y también tengo una obra de Mari Carmen”, recuerda el músico. “Ellas no estaban mucho por la labor, pero yo les dije: ¡‘Hay que hacer una exposición con todos los amigos que tenéis, pintores y fans!’, y la verdad es que estuvo muy interesante y muy bien, yo me quedé satisfecho y nos lo curramos mucho”. Como parte del catálogo, se decidió publicar un EP de cuatro temas, Miss Labores, del que se encargó la discográfica independiente Elefant Records. “Estábamos en contacto con Paco Clavel, sobre todo por las fiestas que se hacían en verano en la Sala Siroco, Operación Bikini. Yo pinchaba en muchas de ellas, y también estaba Juan de Pablos siempre por allí y un montón de grupos”, recuerda Luis Clavo, responsable del sello. “Paco estaba preparando la exposición y quería grabar junto a las Vainica una canción nueva, y hablando surgió la idea de hacer un single a modo de recuerdo de la exposición, con ese tema y con algunas canciones antiguas que habían compuesto para series de televisión”. Poco después, surgió la idea de grabar un álbum que sería el final, algo que ellas tuvieron muy claro desde el principio. “Ya no pensábamos seguir porque esto de la música es muy cansado. Queríamos dedicarnos a cosas más tranquilas, como pintar”, me contaba Gloria en Diario 16. “Ellas no estaban muy contentas con el último disco que habían sacado, por razones obvias, y querían despedirse con un álbum hecho a su gusto, con libertad, en un sello pequeño y en familia”, añade el responsable de Elefant.

'En familia' (2000), décimo y último álbum del grupo Vainica Doble. La portada fue diseñada por Javier Aramburu.

El título, de hecho, reflejaba literalmente cómo se hizo. De la producción y arreglos se encargó el hijo de gloria, Álvaro de Cárdenas, quien también tocó la guitarra, los teclados y el bajo, y llamó a varios músicos de su confianza (muchos de ellos, como él, instrumentistas de Los Secretos). También intervinieron sus otros hijos, Laura y Diego, mientras que en el tema Nana en re cantaban las nietas de Gloria y las sobrinas de Carmen (quien, como informa, Paco Clavel, nunca llegó a casarse ni tener hijos). “El disco fue como una especie de homenaje a toda su trayectoria. Es muy delicado, muy bonito, y un recuerdo final maravilloso de lo que fueron las Vainica Doble y su obra, una despedida en petit comité, grabado con comodidad, sin expectativas y comerciales y en un sello pequeño”, apunta este último. El octavo álbum en la trayectoria del dúo, en efecto, retomaba todo lo que mejor supieron hacer ellas, incluida una costumbre que siempre mantuvieron, como repescar una de las canciones que compusieron para la serie televisiva Fábulas, de Jaime de Armiñán (1968). En este caso, el tema fue El rey de la selva.

Las artistas, en una de sus fotos promocionales.

Las circunstancias obligaron a hacer algunos amargos retoques tras el fallecimiento de Carmen, ya que ella no llegó a tiempo de grabar todas sus voces, así que tuvieron que utilizar algunas de las que había dejado como referencia. “Hubo que trabajarlas mucho técnicamente. Fue muy duro hacer las mezclas con el cuerpo tan malo que teníamos. Al final, en el disco yo he quedado más solista, que a mí no me gusta. A mí me gustaba cómo cantábamos las dos”, le confesó Gloria al periodista Ricardo Aldarondo en El Diario Vasco.

Decisión de Elefant fue la de encargar todo el arte del disco a Javier Aramburu, artista gráfico clave en el indie español y también exmúsico, que, con su grupo de culto, Family, ya había grabado en su momento una versión de un tema de las Vainica, Sígueme. Además, había una conexión más que espiritual entre él y otro artista donostiarra como Iván Zulueta, quien había elaborado muchas de las cubiertas anteriores del dúo. “Ellas tenían como idea para la portada una foto de una vainica, que aún la tengo, y querían partir de esto para hacer el diseño, pero yo pensaba que un disco así merecía una carátula muy potente y especial y sabiendo que Javier era muy fan de ellas y que él también es un genio en todos los sentidos, propuse a ambas partes hacerlo”, apunta Luis Calvo. “El resultado es una portada increíble que encarna perfectamente el concepto y el sentimiento del álbum, de cómo se hizo, quién lo hizo y el motivo por el que se hizo”, afirma con orgullo.

Ilustración de Javier Aramburu para el álbum  'En familia'.

Obviamente, el disco nunca se llegó a presentar en directo. Al igual que sucediera con la obra magna de Family, Un soplo en el corazón, el grupo ya no existía cuando el álbum se publicó (en este caso, por motivos más luctuosos). Las Vainica, en cualquier caso, siempre fueron alérgicas a las actuaciones y tocaron muy poco en directo a lo largo de su vida, básicamente por el miedo escénico de Gloria. “A mí me daba terror, me ponía mala”, me confesó ella misma en la citada entrevista del 2000. Tampoco llevaban muy bien los compromisos promocionales ni, en general, la organización de su legado, como asegura Paco Clavel. “Yo siempre rescataba cosas porque ellas eran muy despistadas. Como mucho, grababan canciones, pero no eran de esas que guardaban su material. Quiero decirte que eran geniales como artistas, como compositoras, como cantantes, pero no se lo tenían creído, eran como muy de a pies de calle, y Gloria cuando tenía que hacer alguna cosa de televisión, se ponía fatal. Carmen era un poco más abierta”. “Normalmente era siempre Carmen la que hacia la promoción —añade Luis Calvo—, pero cuando salió En familia ella ya no estaba y Gloria quería hablar del disco. Creo que para ella era importante en muchos sentidos y lo hizo”. La cantante concedió, probablemente, más entrevistas que nunca con aquel último álbum. En ellas se mostraba honesta y frontal (por ejemplo, a la hora de criticar el uso que su amigo José Luis Borau hizo de las canciones que ellas compusieron para su obra maestra, Furtivos, o incluso de reconocer que aborrecía por cursi uno de sus temas más recordados, Habanera del primer amor). También reconoció sentirse genuinamente perpleja por la adoración que se les profesaba. “Nunca hemos sido dadas a los halagos, pero nos gusta que sean tan amables y simpáticos con nosotras. No dejo de estar asombrada cuando vienen esos chavales como locos, como si fuéramos el Papa o algo así. Yo me quedo y pienso… Pero, ¿esta gente?”, afirmaba en Diario 16. “Supongo que Los Brincos en su momento sí tuvieron un papel importante en la música española, o Serrat, Aute…, pero nosotras… si solo nos conocen cuatro locos. Eso sí, esos cuatro nos conocen muy bien, ¿eh?”, recalcaba.

Un ensayo del grupo.

Sin duda, Paco Clavel y Luis Calvo eran dos de esos cuatro dementes, que se deshacen en elogios hacia las Vainica. “Yo conecté con ellas a finales de los años setenta o principios de los ochenta, cuando trabajaba en Radio Nacional”, recuerda Clavel, a quien, por cierto, dedicaron la canción La chinita de Shangai, también incluida en el álbum final. “Me hice muy fan con sus primeros discos, que me parecían algo totalmente fuera de contexto de todo lo que se hacía aquí en España, con letras inteligentes, muy divertidas, muy sarcásticas, y luego las voces eran muy personales, muy peculiares y muy distintas”. “Gracias a Paco conocimos a Gloria y a Carmen, y es algo que le agradeceremos toda la vida”, afirma Calvo. “Eran personas muy cercanas, disfrutaban de la vida, eran muy talentosas en todos los sentidos, muy divertidas e ingeniosas, y los ratos que pasamos con ellas fueron maravillosos, lástima no haber podido disfrutar mucho mas de ellas. Habían tenido una vida muy plena en muchos sentidos, habían estado rodeadas de mucha gente importante y creativa y te contaban tantas cosas que habían vivido y que les habían pasado que era un privilegio y un placer escucharlas. Para Elefant —añade— este disco es muy importante y muy especial. Nosotros pusimos todo nuestro amor en este proyecto para que saliese todo lo mejor posible. Haber podido formar parte de esto es muy difícil de explicar con palabras, es un lujo para nosotros como sello, como fans y como personas. Vainica Doble es un rara avis en la historia de la música, son únicas, incluso a nivel internacional. Yo recuerdo haberle puesto o grabado canciones de ellas a músicos de The Pastels, Stereolab, Galaxie 500 o St Etienne y flipaban, ¡y eso que no entendían las letras!”.

El 22 de octubre de 2015, falleció Gloria Van Aerssen a los 83 años. Nunca hizo nada por cambiar ni una coma al final de Vainica Doble. Y, con ella, se fue una importantísima parte de la historia cultural de España.

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