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En colaboración con:Bill & Melinda Gates Foundation

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Mujeres sin compresas ni idea de cómo usarlas

En Sudán del Sur, la menstruación es un tabú tan fuerte que dificulta el acceso a productor de higiene íntima, lo que lastra la educación de las niñas y el empleo de las adultas en un contexto en el que no disponen ni de aseos dignos

Bentiu, Sudán del Sur - 01 nov 2022 - 05:30CET

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Nyaken Tuor, de 30 años, vive en el campamento POC en Bentui, Sudán del Sur. “Antes podíamos ir al monte y lavarnos en privado, pero después de la inundación, tenemos que hacerlo en el campamento”. — Nyaken Tuor, de 30 años, vive en el campamento POC en Bentui, Sudán del Sur. “Antes podíamos ir al monte y lavarnos en privado, pero después de la inundación, tenemos que hacerlo en el campamento”.Peter Caton

Mary Nyalena, 16 años, alumna de primaria de Machakos, en Bentui. "Falté la escuela porque tenía el período y no tenía nada para coger la sangre. El reto al que nos enfrentamos es que no usamos jabón para lavar las toallas y la ropa manchada”. — Mary Nyalena, 16 años, alumna de primaria de Machakos, en Bentui. "Falté la escuela porque tenía el período y no tenía nada para coger la sangre. El reto al que nos enfrentamos es que no usamos jabón para lavar las toallas y la ropa manchada”.Peter Caton

Nyazuode Hoth Gatluak, de 25 años, vive en Bieh, en Bentui. Ella trabaja en una tienda de té para ganarse la vida y alimentar a sus dos hijos. "Cuando me viene la regla, dejo de ir a trabajar durante siete días... Si mis clientes ven una mancha de sangre en mi ropa, dejarán de venir a mi establecimiento". — Nyazuode Hoth Gatluak, de 25 años, vive en Bieh, en Bentui. Ella trabaja en una tienda de té para ganarse la vida y alimentar a sus dos hijos. "Cuando me viene la regla, dejo de ir a trabajar durante siete días... Si mis clientes ven una mancha de sangre en mi ropa, dejarán de venir a mi establecimiento".Peter Caton

Nyabaka Gatphan, de 25 años, vive en Rubkona. "Cuando uso mi copa menstrual, no me da vergüenza pensar que mi ropa se pueda manchar". — Nyabaka Gatphan, de 25 años, vive en Rubkona. "Cuando uso mi copa menstrual, no me da vergüenza pensar que mi ropa se pueda manchar".Peter Caton

Nyajima Gatdet, de 16 años, sostiene una nueva toalla sanitaria reutilizable que recibió como parte del kit de dignidad distribuido por la ONG Welthungerhilfe en Bentui. “Nunca he utilizado una toalla higiénica y no sé cómo usarla”. — Nyajima Gatdet, de 16 años, sostiene una nueva toalla sanitaria reutilizable que recibió como parte del kit de dignidad distribuido por la ONG Welthungerhilfe en Bentui. “Nunca he utilizado una toalla higiénica y no sé cómo usarla”.Peter Caton

Nyakoang Malit, de 24 años, vive en Rubkona. "La primera pregunta que hice el primer día que vi la copa fue: '¿No es demasiado grande para mí?". — Nyakoang Malit, de 24 años, vive en Rubkona. "La primera pregunta que hice el primer día que vi la copa fue: '¿No es demasiado grande para mí?".Peter Caton

Ruda Nyalony, de 25 años, vive en el campamento POC en Bentui. "Usamos estas letrinas, pero son muy pequeñas y las utiliza mucha gente. Cuando entras a lavarte durante tu período te encuentras que están muy sucias. Tienes que hacerlo porque no hay ninguna otra opción". — Ruda Nyalony, de 25 años, vive en el campamento POC en Bentui. "Usamos estas letrinas, pero son muy pequeñas y las utiliza mucha gente. Cuando entras a lavarte durante tu período te encuentras que están muy sucias. Tienes que hacerlo porque no hay ninguna otra opción".Peter Caton

Nyasunday Dak Jal, de 23 años, sumergida en la inundación que rodea su casa en la aldea de Pakur. "Tengo que meterme en el agua para lavar mi ropa interior porque tengo miedo de que la gente me vea". — Nyasunday Dak Jal, de 23 años, sumergida en la inundación que rodea su casa en la aldea de Pakur. "Tengo que meterme en el agua para lavar mi ropa interior porque tengo miedo de que la gente me vea".Peter Caton

Nyamoses Thong Tuor, de 40 años, camina mucho para encontrar compresas. "A veces viajo lejos al mercado en busca de toallas higiénicas y ropa interior, pero no siempre las encuentro y no tengo dinero para comprarlas". — Nyamoses Thong Tuor, de 40 años, camina mucho para encontrar compresas. "A veces viajo lejos al mercado en busca de toallas higiénicas y ropa interior, pero no siempre las encuentro y no tengo dinero para comprarlas".Peter Caton

A veces, las niñas son objeto de tantas burlas en la escuela durante su menstruación que se plantean casarse temprano para que su marido les compre compresas. — A veces, las niñas son objeto de tantas burlas en la escuela durante su menstruación que se plantean casarse temprano para que su marido les compre compresas.Peter Caton

Nyaluak Gatdet, de 44 años, dueña del restaurante de Thoan en Bentui: “Encontré una manera de enrollar un trozo de tela para usarlo como compresa, de esta manera solo pierdo tres días de trabajo”. — Nyaluak Gatdet, de 44 años, dueña del restaurante de Thoan en Bentui: “Encontré una manera de enrollar un trozo de tela para usarlo como compresa, de esta manera solo pierdo tres días de trabajo”.Peter Caton

Nyamoses Thong Tuor, de 40 años, afuera de su tienda en el Sitio C de Bentui para personas desplazadas por las inundaciones. “Donde vivo, no hay toallas sanitarias ni ropa interior”. — Nyamoses Thong Tuor, de 40 años, afuera de su tienda en el Sitio C de Bentui para personas desplazadas por las inundaciones. “Donde vivo, no hay toallas sanitarias ni ropa interior”.Peter Caton

Maria Nyasebit, de 16 años, en el baño de la escuela primaria de Machakos, en Bentui. "No tiene puertas y cuando quieres cambiar tu compresa, la gente puede verte. Así que espero hasta llegar a casa para hacerlo". — Maria Nyasebit, de 16 años, en el baño de la escuela primaria de Machakos, en Bentui. "No tiene puertas y cuando quieres cambiar tu compresa, la gente puede verte. Así que espero hasta llegar a casa para hacerlo".Peter Caton

Nyawura Liey, de 19 años, en su casa en el campamento de POC de Bentui. "Pongo capa sobre capa de estas enaguas para poder ir a la escuela durante mi período". — Nyawura Liey, de 19 años, en su casa en el campamento de POC de Bentui. "Pongo capa sobre capa de estas enaguas para poder ir a la escuela durante mi período".Peter Caton

Nyakoang Malit, de 24 años, vive en Rubkona. “Antes de usar la copa, cortaba un trozo de tela y la metía en mi ropa interior para que absorbiera la sangre”. — Nyakoang Malit, de 24 años, vive en Rubkona. “Antes de usar la copa, cortaba un trozo de tela y la metía en mi ropa interior para que absorbiera la sangre”.Peter Caton

Los baños de la escuela primaria Machakos en Bentui, Sudán del Sur. Con tanta suciedad, el riesgo de infección para las niñas es elevado. — Los baños de la escuela primaria Machakos en Bentui, Sudán del Sur. Con tanta suciedad, el riesgo de infección para las niñas es elevado.Peter Caton

Nyakuei Thiang Koay, de 18 años, vive en la aldea de Pakur. “Cuando estás menstruando, te prohíben cocinar, ir a buscar agua y ordeñar vacas. Nadie nunca me habló de la regla: ni mi madre ni mi hermana. Solo a veces escuché comentarios sobre sangre y menstruación”. — Nyakuei Thiang Koay, de 18 años, vive en la aldea de Pakur. “Cuando estás menstruando, te prohíben cocinar, ir a buscar agua y ordeñar vacas. Nadie nunca me habló de la regla: ni mi madre ni mi hermana. Solo a veces escuché comentarios sobre sangre y menstruación”.Peter Caton

Nyaken Tuor, de 30 años, vive en el campamento POC en Bentui. Su reflejo puede verse en las aguas residuales que salen de los inodoros. — Nyaken Tuor, de 30 años, vive en el campamento POC en Bentui. Su reflejo puede verse en las aguas residuales que salen de los inodoros.Peter Caton

El único baño en el campo de desplazados internos de Bentui son unos cubículos rotos que ofrecen poca privacidad. El saneamiento es deficiente y hay alcantarillas abiertas por todas partes. — El único baño en el campo de desplazados internos de Bentui son unos cubículos rotos que ofrecen poca privacidad. El saneamiento es deficiente y hay alcantarillas abiertas por todas partes.Peter Caton

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